Por Francisco Nutti
@FranNutti

Se acercan las vacaciones de invierno y las provincias evalúan sus protocolos para recibir turistas, en medio de la pandemia del Covid-19 y el temor por la expansión de la variante Delta, que amenaza con traer nuevas restricciones. En ese marco, los lugares cercanos a las grandes localidades, que suelen ser elegidos para pasar un fin de semana, ganan terreno en la temporada con récord de consultas. 

"Crónica" relevó precios por un buscador online de viajes para reservas de alojamiento y pudo constatar que la habitación familiar en una posada de San Antonio de Areco, localidad bonaerense ubicada a poco más de 100 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, con baño privado, desayuno y estacionamiento, puede costar entre $3.500 y $7.500 la noche; Mientras que una semana entera en ese pueblo oscila en los $18.000 para dos.

Los lugares de cercanía suelen ser reconocidos por sus bares emblemáticos.

"Areco empezó a ser bastante más consultado, está en fase 3. Entonces se puede venir, no es lo mismo que antes", sostuvo en diálogo con este medio María Luisa, propietaria de varias moradas en alquiler en ese territorio. "Lo mismo pasa con Villa Lía", continuó. En esa línea, la mujer dijo que para julio ya está todo alquilado. "Me siguen consultando para venir un día, tres o cuatro. Las vacaciones de invierno se han transformado en una escapada", destacó.

Por otro lado, resaltó que "la mayoría de los que llaman son oirundos de la Capital Federal o el conurbano bonaerense. Si bien no hay bailes criollos, que acá son muy tradicionales, vienen para distraerse, porque se puede concurrir a los restaurantes o a los bares emblemáticos"

De acuerdo al relevamiento, en Brandsen, los valores son similares. Allí, una pieza con cama doble para dos personas con entrada el 8 de julio y salida el 9, cotiza aproximadamente $6.000. Casi lo mismo que en Azcuénaga, partido de San Andrés de Giles, donde el día de estadía alcanza en promedio los $7.000.

En la Costa Atlántica, los precios bajan. La habitación por día para dos personas en un hotel dos estrellas situado en Mar del Plata apenas supera los $1.600, suma que se eleva al doble si lo que se escoge es un resort "mejor posicionado" y cercano al mar

Más alejado de la Ciudad pero muy elegido por los porteños está Merlo, San Luis, donde la cama extragrande para dos personas por día varía desde los $3.600 a los $8.000. Por su parte, en Villa Carlos Paz, Córdoba, dos personas pueden pasar la noche por $2.500, aunque para reservar en estas provincias se deberá tener en cuenta la situación sanitaria. 

Consultado por Crónica, Aldo Elías, presidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT), indicó que "la pandemia sin duda va a generar un gran desarrollo en los destinos de cercanía. Y un gran crecimiento en lo que van a ser todos los destinos de naturaleza, al aire libre".

Algunos realizan escapadas a las estancias para desconectarse. 

"Este escenario ha provocado que hoy cuando se piensa en salir de vacaciones, lo hagamos en un lugar donde se reduzca al máximo las posibilidades de contagio", agregó. 

En cuanto a las expectativas, el titular de la CAT precisó que "no imaginamos una temporada de invierno como las que habitualmente estamos acostumbrados. Aunque, comparado con el año pasado, cuando estuvo prohibida la actividad, es una buena oportunidad para empezar a desarrollar de vuelta la actividad turística".

Requisitos 

Según Elías, los requisitos para ingresar durante las vacaciones de invierno los va a definir cada provincia. "Hay algunas que no piden nada como Jujuy y Salta y otras que exigen PCR como Corrientes y Misiones. El resto tendrá las condiciones publicadas esta semana", estimó.

Para finalizar, informó que "en la actualidad no hay un patrón que se pueda mencionar como válido con respecto a los destinos más elegidos, porque con la segunda ola y la gran cantidad de contagios, la gente se quedó a la expectativa de saber si habrá vacaciones de invierno".

Gran oportunidad

"Con la pandemia los centros urbanos colapsaron y de la mano de las 'escapadas' en las sucesivas aperturas y la imposibilidad de viajar al exterior, muchos argentinos redescubrieron su propio país", afirmó Diego Coll Benegas, consultor en hospitalidad y management hotelero.

"De aquí en más toda la Argentina y no precisamente sus grandes ciudades está destinada a crecer y potenciarse fruto del mercado interno y, en un futuro no tan lejano, del extranjero", concluyó.

Asimismo, la CAME señaló que hubo más excursionistas que lo habitual, a lugares cercanos; y también cobró fuerza el turismo rural, que registra un balance positivo empujado por el distanciamiento social. "El viajante pudo hacer periplos de cercanía, en grupos reducidos a lugares con naturaleza, y disfrutar de playas, caminatas, kayak, pesca deportiva sin amontonamiento de gente", explicó la entidad.