Por Florencia Golender.

Sergio Massa se sube temprano al avión que lo lleva a Entre Ríos para entregar viviendas junto al gobernador Gustavo Bordet. Lo espera un masivo acto en el que le gritan varias veces su apellido junto al objetivo deseado: “Presidente”.

La primera parada continúa con otra en la localidad bonaerense de Ezeiza, donde acompaña a su aliada estratégica en el frente Unión por la Patria, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

El ministro de Economía atiende en paralelo los últimos detalles de un viaje clave para el país: su equipo arranca en Washington el último tramo de las negociaciones con el FMI. La agenda del precandidato presidencial está completa hasta el jueves, cuando podría, si todo sale como lo espera, viajar a Estados Unidos. Adónde irá antes y los temas que lo acompañan en cada escala.

Al costado de la pista de aterrizaje en Paraná lo reciben Bordet y el intendente local, Adán Bahl, precandidato a gobernador de la coalición peronista Por Más para Entre Ríos. Es la segunda visita del ministro-candidato en pocos días a una provincia que no desdobló sus elecciones de las nacionales y que votará en las PASO del próximo 13 de agosto.

El viernes último estuvo en Catamarca. Hoy, junto al director general de Aduanas y candidato a diputado nacional por esa provincia, Guillermo Michel, participa de un acto de entrega de 400 casas y del recorrido por el nuevo barrio. Lo acompañan los futuros vecinos del lugar, le piden fotos, le entregan cartitas que el funcionario guarda en el bolsillo. 

En su doble rol, mientras se saca una selfie atrás de la otra, Massa relojea su teléfono celular donde los mensajes de los funcionarios en tratativas con el FMI se acumulan. El viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein; el jefe de asesores, Leonardo Madcur; el vicepresidente del Banco Central, Jorge Carrera; el vicepresidente segundo de la autoridad monetaria, Lisandro Cleri; y el secretario de Hacienda, Raúl Rigo; integran la misión que parte a Washington a sellar la última milla de un nuevo entendimiento con los técnicos del Fondo.

Se busca llegar a diciembre con los vencimientos de pago de deuda contraída en 2018 asegurados, con metas recalibradas por el impacto de la sequía en el campo y la consecuente falta de divisas, con el ajuste del déficit fiscal en los términos que Massa está dispuesto a aceptar.

"No nos vamos a rendir en el altar del ajuste", advirtió en uno de sus discursos de la semana pasada. Días más tarde, el domingo último, conversó con la directora gerente del Fondo, Kristalina Georgieva. Desde quienes participaron también de ese zoom trasciende que se la notó nerviosa por los rumores de que Massa dejaría el doble rol para dedicarse a ser candidato tras las PASO. Con esa escena, la posibilidad habría quedado descartada.