El gobierno todavía no tiene tomada una posición sobre la creación de un dólar turista, tipo de cambio que se aplicaría a los argentinos que quieran viajar al exterior y a los gastos con tarjeta de crédito que efectúen en otros países.

 

La fijación de un valor diferencial (obviamente más caro) para esas operaciones es una de las alternativas que estudia el equipo económico, con el ministro Sergio Massa a la cabeza. Es para desalentar el gasto en dólares que a la larga terminan saliendo de las reservas del Banco Central y que son más baratos que los que los viajeros deberían afrontar en un mercado libre.

 

Entre otras, las alternativas que se barajan son una suba en la percepción a cuenta del Impuesto a las Ganancias (que ahora es del 45% sobre el tipo de cambio oficial); una suba en la alícuota del Impuesto PAIS (actualmente del 30%); o bien la canalización de esas operaciones a través del tipo de cambio MEP, que surge de la compra y venta de bonos duales para convertir pesos en dólares.

 

 

 

 

En cambio, quedó casi descartada la limitación de las operaciones con tarjeta hasta un cupo determinado. Se cree que la medida podría ser llevada a la Justicia y traería más complicaciones que beneficios.

 

 

Dólar turista: cuál es la cotización

 

 

A los valores de hoy, el dólar turista se ubica en un promedio de 265 pesos por unidad, luego de aplicarse los recargos por el impuesto PAIS (30%) y la percepción por Ganancias (45%). Si los viajeros tuvieran que abonar esas divisas en el mercado paralelo o libre, les costarían unos 287 pesos, y en el MEP unos 295.

 

La reactivación del turismo internacional luego de dos años de pandemia reavivó el problema de la salida de dólares por viajes. Según la consultora EcoGo, en el último mes se efectuaron pagos con tarjeta por pasajes y consumos en el exterior por U$S 794 millones, frente a U$S 209 millones registrados hace un año. La inminencia del Mundial de fútbol de Qatar 2022, al que se espera una importante asistencia de hinchas argentinos, agrava las preocupaciones para los próximos meses.

 

Además, en el Palacio de Hacienda reconocen que hubo pedidos de sectores productivos que reclamaron prioridad a la hora de obtener el acceso a los divisas para los insumos que requiere la industria y que mencionaron expresamente la necesidad de fijar un dólar tarjeta para desalentar esos gastos.

 

 

Miguel Pesce, titular del Banco Central: los problemas para acumular divisas.

 

 

La escasez de divisas es uno de los problemas que viene afectando con mayor fuerza al gobierno en los últimos meses. Las reservas de libre disponibilidad del Banco Central quedaron prácticamente en cero a pesar de la promesa hecha al Fondo Monetario Internacional de que se acumularían unos 5.800 millones de dólares a lo largo del año.

 

Para salir del apuro, el Banco Central instauró un sistema temporario (el llamado dólar soja) que apuntó a lograr mayores liquidaciones de los sectores agroexportadores vinculados a la soja y sus derivados. El régimen consistió en reconocer una cotización especial de 200 pesos por dólar, un 40% por encima del mercado oficial. Gracias a esa concesión, en los primeros 20 días de septiembre el BCRA obtuvo unos U$S 3.500 millones.