El Gobierno nacional estableció una nueva fórmula de actualización de las cuotas de la medicina prepaga mediante la cual, a partir de febrero y durante 18 meses, que tendrá en cuenta la evolución salarial y comenzará a aplicarse desde el mes próximo.

A través del decreto 743/2022, publicado este jueves en el Boletín Oficial, se determinó que el incremento del valor de las cuotas no podrá superar el 90% del Índice de Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) para aquellos usuarios que tengan ingresos netos mensuales equivalentes a seis veces el Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM), lo que en la actualidad totaliza $347.400.

Habrá planes más económicos con copagos

El Gobierno, además, dispuso que las prepagas deberán ofrecer en forma obligatoria a sus usuarios, a partir del 1° de enero de 2023, "idénticos planes de cobertura al que posean en la actualidad sin copagos, con la inclusión de copagos sobre las prestaciones de primer y segundo nivel, a un precio de, como mínimo, un 25% menor al plan sin copagos".

El primer nivel comprende a los servicios de atención ambulatoria que se dedican a la atención, prevención y promoción, en tanto el segundo abarca a las instituciones con especialización en servicios básicos (Clínica Médica, Pediatría, Cirugía General, Guardia y Maternidad), además de la infraestructura necesaria para realizar exámenes complementarios y diagnósticos básicos.

Detalles sobre los criterios adoptados para impulsar la medida

En los considerandos, el decreto señala que "resulta necesario establecer criterios normativos que regulen las actividades económicas llevadas a cabo dentro del ámbito de la medicina privada, toda vez que, si bien se establecen como relaciones entre privados, por sus características específicas, su debida prestación es considerada un derecho de los consumidores".

Asimismo, destaca que "es obligación del Estado implementar políticas que desalienten la inercia inflacionaria que afecta el normal desarrollo de las actividades de las empresas y los ciudadanos y las ciudadanas, especialmente a los sectores del trabajo y la producción que se intentan proteger".

Al respecto, por un lado señala que "debe atenderse que el acceso a la salud tenga una razonabilidad económica para quienes opten por una cobertura privada por su capacidad de pago".

Por otro, puntualiza que también "resulta necesario establecer un mecanismo de actualización que permita a las empresas de medicina prepaga reguladas por la ley 26.682 afrontar los mayores costos de los insumos y recursos de forma tal que mantengan el giro comercial, sin afectar su desenvolvimiento".