Inflación: ¿Qué piensa hacer el Gobierno después del 6,6% registrado en febrero?
Aunque se sabía que el número iba a ser elevado, el informe del Indec fue peor de lo que se esperaba. El secretario de Programación Económica, Gabriel Rubinstein, dio pistas de política oficial para los próximos meses.
El índice de inflación de febrero difundido el martes por el Indec sacudió al Gobierno. Aunque en las últimas semanas se había tornado evidente que iba a tratarse de un número elevado, el 6,6% de suba en el índice de precios al consumidor (IPC) alteró todas las previsiones oficiales.
Entre diciembre y enero, el ministro de Economía, Sergio Massa, se había propuesto como objetivo que en marzo el índice comenzara “con un 3 adelante”, en una clara señal de desaceleración del ritmo inflacionario. Por estas horas, esa intención quedó arrollada por el peso de los acontecimientos. También está en duda que se pueda mantener la pauta de incremento salarial de 60% para todo el año que se alentaba desde el Palacio de Hacienda como referencia de las negociaciones paritarias. Ese número era el estimado para la inflación de todo 2023. Ahora los pronósticos quedaron de lado en el corto plazo.
El dato más impactante fue la suba de 9,8% en el rubro de Alimentos y bebidas no alcohólicas, uno de los que más incidencia tienen a la hora de armar el promedio general. Es, a la vez, estratégico porque afecta a todas las clases sociales: el gasto en comidas no se puede soslayar.
A pesar de los malos resultados, el Gobierno tiene pensado mantener el rumbo macroeconómico, según se desprende del comunicado emitido por la Secretaría de Programación Económica, a cargo de Gabriel Rubinstein. Un par de horas después de que el Indec cantara sus números, desde esa dependencia salió una declaración haciendo un breve análisis de la situación.
Allí se mencionó que “el segmento de regulados subió 6,1%, el de estacionales un 3,3% y el IPC núcleo (sin regulados ni estacionales) subió un 7,7%”. Este última categoría es considerada una referencia más certera de la conducta de los agentes económicos, porque los precios no están sujetos a la digitación del Estado ni a los vaivenes de la época del año. Es decir, si no hubiese sido porque los regulados y los estacionales subieron por debajo del promedio, el número final de febrero hubiese sido mucho peor.
Inflación de febrero: ¿Cuánto aumentó la carne?
Sin embargo, como explicación, Rubinstein se focalizó en el impacto de la carne, “que subió un 19,5% por efecto de la grave sequía que estamos atravesando”.
A grandes rasgos, el funcionario anticipó la intención oficial de continuar por el rumbo de ordenamiento de las cuentas públicas y de evitar la emisión monetaria, como caminos para frenar la inflación en el mediano plazo.
En febrero, el Índice de Precios al Consumidor (#IPC) subió un 6,6% respecto a enero. El segmento de “regulados” subió 5,1%, el de “estacionales” un 3,3%, y el IPC núcleo (sin regulados ni estacionales), subió un 7,7%. pic.twitter.com/wgPt1sErQs
— Secretaría de Política Económica (@Politicaecon_ar) March 14, 2023
“En tanto las condiciones climáticas estén impactando en la producción y precios de los alimentos, seguimos trabajando en políticas fiscales y monetarias que sean consistentes con tasas de inflación mucho más bajas, junto a políticas de ingresos (acuerdos con empresas y otras) que coadyuven a frenar los aspectos inerciales de las altas tasas de inflación”.
De ese último párrafo se desprende que el Gobierno insistirá con el programa Precios Justos, a pesar de que los números sugieren un fracaso del mismo: se preveían aumentos mensuales del 4% para los productos de la canasta básica alimentaria, pero el informe del Indec dice que los alimentos subieron más del doble de esa pauta.