Con la incertidumbre mundial de la distribución de vacunas -fenómeno del cual Argentina no es ajeno- el gobierno nacional apura la campaña de concientización para inscribirse. Y uno de los mayores inconvenientes está en los barrios populares, donde crece la incertidumbre por los efectos adversos y la falta de tecnología.

“El gobierno tiene que salir con una campaña pública más ofensiva y convocar a la oposición”. Desde los pasillos del Ejecutivo piden mayor enfasis en el mensaje de Alberto Fernández. El propio gobierno entiende que la campaña mediática contra la Sputnik V trepó más de la cuenta. Y los avatares que genera la demanda mundial ponen en jaque la vacunación en el corto plazo.

“La pregunta es saber donde está parada la Argentina hoy con respecto a la adquisición de vacunas. Si hay un plan B de manera rápida. Y saber si va a prosperar el acuerdo con Rusia o si se están buscando nuevos laboratorios”, le dijo a crónica.com.ar el diputado Hernán Berisso (Juntos por el Cambio) en relación con la visita del ministro Ginés González García al recinto.

El pasado sábado recorrieron 1.000 villas del AMBA.

En ese contexto, tanto la cartera sanitaria como Desarrollo Social profundizan la campaña de concientización en los barrios populares. Desde la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Movimiento Evita, Barrios de Pie y la CCC) lanzaron el sábado la campaña “Organización Comunitaria para la Reconstrucción argentina”. Ello es la participación de 150.000 personas que desplegarán “en todos los barrios del país actividades de prevención, promoción sanitaria y apoyo educativo, en el marco de la pandemia por Covid-19”, señalaron.

Desde la UTEP, Gildo Onorato dijo ante crónica.com.ar “necesitar que las familias humildes se inscriban para vacunarse porque es la forma de poder terminar con esta pandemia”.

Bajo la coordinación de Emilio Persico -secretario de Economía Social- los movimientos tienen línea directa con la Nación, pero las noticias de las vacunas no parece tener un futuro cercano alentador. En el mientras tanto, desde las organizaciones resaltan “el diálogo con todos los partido para fortalecer la inscrispción e nlas villas”.

En la Ciudad es la ministra María Migliore (Desarrollo Humano y Hábitat) quien canaliza el diálogo con los sectores. El pedido a la Ciudad es que adelanten en el cronograma a los trabajadores esenciales de comedores y merenderos. “El personal de comedores comunitarios está incluido dentro del personal estratégico de la cuarta etapa”, resumieron desde Uspallata.

La falta de conectividad, el mayor problema para inscribirse.

En el territorio porteño son los propios vecinos del playón de Chacarita, la Villa 15-Ciudad Oculta y el Barrio 31 los que llevan adelante las tareas de inscripciones.

En el primer día de la “Organización Comunitaria para la Reconstrucción argentina” se lanzó un fuerte operativo en el AMBA, llegando a un total de 1.000 barrios. Para los próximos días la campaña se mudará a Santa Fe, Cordoba, Mendoza, Chaco, Corrientes, Tucuman, Santiago del EStero, Neuquén, Rio Negro (sobre todo en Bariloche), Salta y Jujuy.

“La gente que está en riesgo y mayores no se anotan. Tenemos que fortalecer el tema del esquema de inscripción”, resumió Daniel Menéndez, subsecretario de Políticas de Integración y Formación de la Secretaría de Economía Social.

El relevamiento que hacen arrojó que en los barrios populares de la provincia apenas se anotó el 20%. “Mucho tiene que ver por la tecnología y con la desinformación. No se quiere inscribir por los posibles efectos secundarios que la oposición dice”, agregó.

Las organizaciones ven un dato nada menor: el relajamiento desde diciembre.

Es por eso que la campaña gira en cinco ejes: el barrio cuida al barrio; concientización con la vacuna; la vuelta a las clases; contar con corredores seguros e iluminados; y prevención en violencia de género.

Onorato también pidió “recuperar todo el tiempo que los pibes y pibas no estuvieron en contacto con la escuela”. Para el dirigente, “hubo mucha deserción y es fundamental volver a clase. Lo dijimos durante todo el 2020: las escuelas debenn estar abiertas aunque sea para cocinar porque son un lugar de encuentro y una referencia comunitaria”.

Menéndez también recordó que “en los próximos días vamos por la vuelta a clases” porque “hay dificultades de conectividad en los barrios humildes”.

L.B.