La Cámara de Senadores aprobó este jueves el proyecto de ley que dispone el uso de la Boleta Unica de Papel (BUP) en las elecciones nacionales que se realicen a partir de 2025.

El proyecto fue aprobado en general por 39 votos a favor y 30 en contra. Sin embargo, todavía no fue convertido en ley ya que se le introdujeron modificaciones y por esa razón volverá a la Cámara de Diputados para su revisión.

La instauración de la boleta única es un cambio rotundo en la realización de las elecciones, en las que hasta ahora cada partido o alianza debe proveer las boletas, de uno o más cuerpos (según la cantidad y categoría de los cargos en disputa), con su sello correspondiente y con el listado de los candidatos.

La Cámara alta introdujo cambios y por eso el proyecto volverá a Diputados (gentileza Senado de la Nación).

El proyecto forma parte de una idea de reforma mucho más amplia que el presidente Javier Milei propuso en su campaña electoral. Incluía, entre otras ideas, la eliminación de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) y un cambio en el sistema para que los legisladores fueran elegidos por circunscripción, dividiendo el territorio en tantas partes como bancas en disputa hubiera.

Sin embargo, por falta de apoyo de los demás partidos, la discusión sobre esas ideas quedó aplazada y el proyecto que se trató en el Congreso se limitó a la manera en que cada elector dejará constancia de su voto.

Boleta Unica de Papel: qué dice el proyecto

La Boleta Única de Papel (BUP) es un instrumento que resume en un solo papel toda la oferta electoral de candidatos del distrito. El voto se expresa marcando los casilleros correspondientes a los partidos o frentes electorales para cada categoría (por ejemplo, diputados y senadores de la Nación, y/o gobernador, legisladores, intendente, concejales, en el caso de elecciones provinciales).

Hasta ahora, la preferencia se manifestaba colocando en el sobre la boleta de una agrupación o alianza en particular, para lo cual se ponían a consideración de cada ciudadano tantos papeles como partidos se hubiesen presentado. Si se optara por elegir candidatos de dos o más de ellas para los diferentes cargos, el votante debía realizar un corte de boleta a través de un troquelado.

Se estima que la boleta única de papel simplificará el proceso, ya que en el cuarto oscuro habrá una de ellas por cada elector registrado en el padrón. Además no será necesario realizar corte alguno: los candidatos serán marcados con un bolígrafo, lápiz o elemento similar.

Según el oficialismo, la boleta única es más sencilla, práctica, sustentable y económica. “Pensamos que es lo más transparente, equitativo y democrático. Les pido que votemos a favor de este sistema que dará a los argentinos más transparencia y equidad”, dijo el jujeño Ezequiel Atauche, de La Libertad Avanza.

A pesar de esas ventajas, la oposición presentó muchos reparos, ya que entiende que el sistema electoral hasta ahora era suficientemente bueno para pretender cambiarlo. Por eso votó en contra. El pampeano Daniel Bensusan, de Unión por la Patria, lo explicó así: “Las elecciones nacionales en Argentina hasta ahora han sido claras, limpias y garantizaron la gobernabilidad y la alternancia en todos estos años”.

Una de las modificaciones que dispuso el Senado fue la eliminación del denominado “botón de lista completa”, casillero que al ser marcado incluía a los candidatos de todas las categorías de un mismo partido político. El cambio fue pedido por los representantes de los partidos provinciales, que en muchas ocasiones sólo presentan candidatos para cargos locales y pidieron no quedar en inferioridad de condiciones con las fuerzas de alcance nacional.