Javier Milei será padrino por primera vez de un séptimo hijo varón
Según la Ley de Padrinazgo Presidencial, un recién nacido de Río Gallegos podría ser ahijado del libertario.
Un bebé recién nacido de la ciudad de Río Gallegos podría convertirse en ahijado del presidente Javier Milei por tratarse del séptimo hijo varón de una familia, según lo estipula la ley argentina.
Se trata de Noah Portillo, quien nació el martes 10 de septiembre en el Hospital Regional de Río Gallegos. Su mamá, Mirta Portill, aseguró: “Me dijeron que están haciendo contacto con el Presidente, así que podría ser el ahijado”.
Tras dar a luz, en el hospital le informaron que por la Ley de Padrinazgo Presidencial tiene derecho a solicitar que el Presidente de la Nación sea el padrino de su hijo y ya comenzaron con los trámites. La normativa incluye una beca para asistir en los estudios hasta el fin del período universitario.
Esta es la primera vez que ocurre el nacimiento de un séptimo hijo varón desde que Milei asumió el Gobierno y según la norma y la tradición, sería ahijado presidencial.
La madre del bebé tiene 41 años y es misionera, pero vive desde hace unos 20 años en la capital de Santa Cruz porque el clima seco la ayudó con los problemas respiratorios de su primer hijo, Adam, que hoy tiene 18 años. Allí nacieron sus hermanos Ivan (16), Tiago (12), Aaron (10); Ezel (8) y David (2).
“No esperábamos que fuera a tener todos varones. Podría decir que llegamos a siete niños buscando una hermanita para ellos. Pero ya está, ya me di cuenta que no estoy para la nena”, contó Mirta, entre risas, en diálogo con FM Santa María de las Misiones.
Según la Ley de Padrinazgo Presidencial, Milei no puede negarse a ser el padrino y debería asistir al bautismo en Rio Gallegos para la ceremonia religiosa. Desde 1983 los padrinos-presidente no han asistido a los bautismos, aunque siempre envían un presente.
La tradición tiene su origen en 1907 cuando un matrimonio emigrado de Rusia, radicado en la Argentina, le solicitó en una carta al presidente José Figueroa Alcorta que fuera padrino de su séptimo hijo varón, de acuerdo a la costumbre de su país.
La costumbre siguió vigente por décadas y se convirtió en ley N° 20.843, en 1974, bajo la presidencia de Isabel Martínez de Perón, quien también sumó a las séptimas hijas dentro de la normativa. Y luego, otra presidenta mujer, Cristina Kirchner, modificó el texto para que se incluyeran a los séptimos hijos varón o mujer de cualquier religión, ya que antes era exclusivo para los bautizados católicos.