El Gobierno oficializó este martes el nuevo salario mínimo, vital y móvil, que tendrá un aumento del 20% dividido en cuatro tramos hasta llegar a $69.500 en marzo próximo.

El nuevo haber, acordado la semana última en la reunión del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, fue formalizado a través de la resolución 15/2022, publicada en el Boletín Oficial con la firma de la ministra de Trabajo, Raquel "Kelly" Olmos.

Así, desde el 1 de diciembre el salario mínimo pasará desde los $57.900 actuales a $61.953 para todos los trabajadores mensualizados que cumplen la jornada legal completa de trabajo; el 1 de enero será de $65.427; el 1° de febrero se ubicará en $67.743 y el 1° de marzo alcanzará los $69.500.

También tendrán aumentos los montos mínimos y máximos de la Prestación por Desempleo que abona la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES). Los máximos: $28.681,35 a partir del 1° de diciembre; $30.289,65 a partir del 1° de enero; $31.361,85 a partir del 1° de febrero y $32.175,26 a partir del 1° de marzo.

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La nueva pauta mínima salarial impacta en programas sociales y beneficios previsionales

El establecimiento de una nueva pauta mínima de remuneraciones tiene menos impacto en los convenios colectivos de trabajo privados -en su mayoría ya están por encima del piso de ingresos- que dentro del Estado. Esto ocurre debido a que existe una serie de programas sociales que se actualizan de acuerdo al salario mínimo.

Por ejemplo, el pago por el plan Potenciar Trabajo, que depende del Ministerio de Desarrollo Social, se actualiza con los mismos porcentajes que el piso de ingresos. Este programa implica una carga horaria de media jornada -cuatro horas- en labores de diferentes rubros sobre la base de una cifra igual al 50% del salario mínimo.

Una modificación en el piso de ingresos también impacta en parte del sistema previsional. Es el caso de las jubilaciones de personas que completan los 30 años de aportes. Sus haberes deberán ser, como base, equivalentes al 82% del salario mínimo, vital y móvil.

En el caso de las Becas Progresar el impacto es indirecto debido a que, frente a la entrega de esta ayuda dirigida a estudiantes terciarios y universitarios, el salario mínimo vital y móvil funciona como tope. El beneficiario, menor de 24 años, la cobra si su familia gana menos de tres salarios mínimos.