Un día después de que se oficializara la suspensión de los aumentos de las tarifas de luz y gas previstos para mayo, con el objetivo del gobierno de que no impacten en la inflación, dos analistas económicos se pronunciaron sobre la medida del ministro de Economía Luis Caputo.

Julián Rojo, licenciado en Economía y especializado en temas energéticos, le dijo a Crónica: "Lo único que tengo para decir es que en el invierno crecen los costos, entre el 70% y el 80% aproximadamente, y si mantenés los precios congelados necesariamente tenés que destinar más fondos para subsidios".

Consultado sobre si esta medida podría afectar otro pilar de la política económica que es el equilibrio o superávit fiscal, refirió que "la afecta sin dudas. Por el momento, si es transitorio, no diría que complica. Pero si se mantiene en el tiempo, y no hay definiciones, seguro complicará".

En tanto, Florencia Gutiérrez, analista económica del CEPA, indicó que "hay dos factores a evaluar: en primer lugar se busca profundizar el sendero descendente de la inflación, y en segundo lugar, la pérdida del poder adquisitivo hace que los hogares y los comercios no puedan soportar el combo de aumentos que han sufrido ya tanto de los servicios públicos como de los precios en general, la caída el consumo es muy grande".

La economista recordó que "los impactos previos se dieron en los llamados hogares de ingresos altos o N1, y no residenciales, es decir comercios, industrias pymes, escuelas, universidades. El aumento promedio de tarifas de luz en pymes y en comercios fue entre el 240 y el 300 por ciento, y las de gas entre el 500 y el 1.000 por ciento, ya que en ese caso incluyó la quita de un porcentaje de servicios que aún tenían las industrias".

"La postergación de la suba de precios es pan para hoy y hambre para mañana. El objetivo del gobierno de bajar el peso de los subsidios en los números fiscales se complica. Se está pateando un problema uno o dos meses", completó Gutiérrez.

El Gobierno frenó el aumento de las tarifas de luz y el gas

Cabe recordar que, a través de una carta enviada al secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, Caputo oficializó la decisión que se conocía desde el 30 de abril, pero que necesitaba el proceso administrativo para su implementación.

"Con el objeto de consolidar el proceso de desinflación llevado a cabo por el gobierno, verificado a la fecha, resulta razonable y prudente postergar en el mes de mayo la aplicación efectiva de las actualizaciones dispuestas en las resoluciones de los entes reguladores y los aumentos del PEST correspondiente a energía eléctrica y del PIST en el gas", dice la misiva.

Si no se suspendían estas subas, los usuarios de un hogar N1 (altos ingresos) hubieran percibido un incremento del 77% en el precio mayorista de la energía. En tanto, en la boleta de gas implicaba, por ejemplo, que un usuario residencial del segmento 1 (altos ingresos) pasara de pagar en abril u$s2,79 por millón de BTU a u$s4,49.

De acuerdo a lo que explicaron fuentes oficiales, se trata de una "suspensión del ajuste mensual que se iba a reflejar en los nuevos cuadros tarifarios que debían publicar el ENRE y el Enargas. Se busca así alivianar la carga sobre la clase media y priorizar el proceso de deflación".

Con esta decisión, el gobierno apela a mostrar que el índice de precios mantiene un proceso de desaceleración y que se acerca a cumplir su meta de un dígito mensual en abril, además de proyectar un registro más bajo aún en mayo.