La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner publicó este viernes una carta de 8 páginas, titulada “Es la economía bimonetaria, estúpido”, en la que crítica las políticas implementadas por el Gobierno nacional que encabeza Javier Milei.

En un texto que lleva como destacada una frase del ex mandatario estadounidense John Adams, que indica “hay dos formas de conquistar y esclavizar a una nación. Una es la espada, la otra es la deuda”, la también ex vicepresidenta envía además una serie de mensajes hacia dentro del peronismo.

Su crítica a la política económica del Gobierno

La ex presidenta marca la falta de dólares como el problema principal que afecta la economía del país. “Hoy la Argentina no tiene los dólares para pagar la deuda y los mercados lo saben”, expresó.

E incluso dijo que esa carencia es la que también impidió llevar a cabo la dolarización tan pregonada por Milei durante la campaña electoral y que, según Fernández de Kirchner, el Presidente “imaginaba como plan de estabilización para cristalizar la formidable transferencia de ingresos a los sectores más concentrados de la economía producida después de la brutal devaluación y el ajuste fiscal”.

“Curiosa paradoja de quien se cree líder amado y admirado a nivel global, pero al que nadie le presta un dólar. A esta altura de ‘la soirée’ casi, casi que tenemos que hablar de Milei, el ex libertario”, señaló. 

En ese marco, insistió sobre las contradicciones entre las promesas que el actual jefe de Estado realizó durante la campaña electoral y las medidas que finalmente implementó. “Una vez más y como siempre, la realidad se impone sobre las teorías extravagantes, los discursos incendiarios y las frases marketineras”, alertó.

Además, Fernández de Kirchner sostuvo que “Milei, el ultra libertario que en campaña prometía eliminar la intervención y el control del Estado sobre la vida de los argentinos hoy, en el Gobierno, no sólo interviene y controla, sino que además decide tres de los cuatro precios fundamentales de la economía”.

Se refiero luego a esos valores y a las políticas que aplica al respecto la administración nacional. Precisó que, sobre el precio del dólar, el Gobierno acciona “a través de la tablita de crawling-peg del 2% mensual”; sobre el valor del dinero, “mediante la fijación de una tasa de interés de referencia ultra negativa”; y, sobre el precio del trabajo, “al fijar tope para los acuerdos salariales”.

“Sólo ha liberado el cuarto precio de la economía, el de los bienes y servicios, aunque con ciertas limitaciones: las tarifas de luz, gas y el transporte todavía conservan exiguos subsidios, en algunos segmentos de usuarios, y el Estado sigue sin contar con datos fehacientes sobre los costos reales de esos sectores”, completó.

La ex vicepresidenta, asimismo, cuestionó que Milei, “en el marco de una economía bimonetaria como es la Argentina, ha llevado a una caída brutal de la actividad económica y ha provocado que nuestro país sea hoy más caro en dólares que los países desarrollados del mundo".

Agregó que, en ese contexto, la inflación del 3% o 4% mensual, “que Milei y su inefable ministro de Economía (Luis Caputo) quieren hacernos creer que es un éxito”, sea "una verdadera tragedia social al producirse en el marco de una profunda recesión económica”.

Dura crítica por las "imágenes de argentinos apaleados y gaseados"

En otro tramo de su carta, la ex Vicepresidenta aludió al accionar de la Policía Federal el miércoles último contra una movilización en rechazo del veto a la nueva Ley de Movilidad Jubilatoria.

“Y, como siempre sucede en Argentina, al ajuste le siguen los palos. Las imágenes de argentinos apaleados y gaseados -en esta oportunidad jubilados- no hacen más que confirmar la violencia que engendran ideologías donde los ciudadanos sólo son una variable de ajuste. Todo se ha puesto muy feo. Todo está muy mal”, cuestionó Fernández de Kirchner.

Mensaje hacia dentro del PJ: “El peronismo se torció”

En otro tramo de su carta, la ex senadora nacional analizó la actualidad del Partido Justicialista y repasó los errores de los últimos años.

“El peronismo se torció cuando olvidó que los muertos no pagan las deudas y convalidó el préstamo multimillonario e irregular que el FMI, violando su propia normativa interna, había otorgado al Gobierno de Mauricio Macri para que ganara las elecciones. Cuando, por primera vez en un Gobierno peronista, los trabajadores registrados no llegaron a cubrir la Canasta Básica Total (CBT). O sea: el peronismo con trabajadores registrados pobres. Cuando mal administró las divisas obtenidas por superávits comerciales excepcionales”, consideró.

A esa enumeración le sumó una dura crítica a la fiesta en la Quinta de Olivos registrada durante la presidencia de Alberto Fernández, aunque sin nombrar al ex primer mandatario.

“A pesar de haber atravesado la pandemia con una correcta gestión sanitaria, que evitó las imágenes de falta de atención médica o respiradores, cementerios creados para los fallecidos de Covid o, como vimos en New York, camiones frigoríficos para trasladar los cadáveres; se anuló la palabra presidencial por la aparición de un documento fotográfico donde se comprobaba la violación de las normas de aislamiento por parte de quien las había firmado”, enfatizó.

Además, Fernández de Kirchner cuestionó el rol del peronismo en otros aspectos, en una tónica que sonó a autocrítica.

“No advirtió la modificación de las relaciones laborales de la población económicamente activa, donde los trabajadores registrados en la actividad privada no sólo son minoría, sino que además, sólo el 40% de ellos está sindicalizado. La consecuencia objetiva es que las representaciones sindicales características del siglo XX y fundantes del peronismo ya no son la expresión mayoritaria de los trabajadores”, manifestó.

La ex Presidenta agregó que “el peronismo se desordenó cuando no avanzó sobre el viejo modelo de Estado omnipresente que derivó en ineficiencia e ineficacia".

“La ineficiencia e ineficacia que deriva en burocracia es observada por el resto de la sociedad no sólo con mirada crítica por la falta de resultados o de calidad de los servicios en la vida cotidiana, sino porque se termina viendo el empleo estatal como un privilegio frente al resto y, por lo tanto, un ‘gasto innecesario’ que debe ser suprimido”, completó.