La nueva Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) que reemplazará a la Agencia Federal de Inteligencia ( AFI) será el "órgano rector" del Sistema de Inteligencia Nacional (SIN) y quedará a cargo de Sergio Neiffert, así lo estableció el Gobierno nacional a través del DNU 614/2024 publicado este martes en el Boletín Oficial.

En las últimas horas, se conocieron más detalles sobre el organigrama del servicio de inteligencia que funcionó hasta 2001, cuando se resolvió su disolución por una serie de escándalos de corrupción y espionaje ilegal.

La medida se llevó a cabo porque "durante décadas" la AFI fue un organismo utilizado para realizar "actividades espurias, como el espionaje interno, el tráfico de influencias y la persecución política e ideológica", aseguró el Gobierno.

“Sin una supervisión efectiva, producto de intervenciones que se extendieron durante años, la proliferación de estas conductas constituyó una deuda con el sistema democrático y republicano que hoy comenzamos a saldar”, aclara el texto publicado en el Boletín Oficial.

La nueva SIDE depende directamente del Presidente, Javier Milei, y se divide en cuatro agencias, "creadas con el fin de transformar y modernizar el sistema de inteligencia".

La primera, es el Servicio de Inteligencia Argentino (SIA) que "tendrá entre sus funciones la recopilación de información estratégica alrededor del mundo, así como también la cooperación con agencias de inteligencia aliadas para la prevención y la disuasión de amenazas a nuestro país". Su director es Alejandro Walter Colombo, un exdelegado de la SIDE en Roma.

La segunda es la Agencia de Seguridad Nacional (ASN), encargada de "advertir de forma temprana y generar información sobre delitos federales complejos dentro del territorio nacional", explica el DNU.

Asimismo, estará a cargo de "vigilar amenazas coordinadas provenientes de organizaciones criminales y terroristas". Su titular es Alejandro Pablo Cecati, exjefe de la custodia presidencial de Mauricio Macri.

La tercera es la Agencia Federal de Ciberseguridad (AFC) que "evaluará, planificará y desarrollará soluciones para la detección y contención de ciberataques contra la infraestructura informática crítica en el país". Su director es Ariel Waissbein.

Por último, se encuentra la División de Asuntos Internos (DAI), cuyas funciones incluyen supervisar y auditar "el manejo de los recursos de las agencias que operan bajo la órbita de la SIDE".

Uno de los mayores escándalos vinculados a la ex SIDE involucró el pago de 400.000 dólares a Carlos Telleldín para inculpar con su declaración a un grupo de policías bonaerenses en el atentado contra la AMIA.

En junio pasado, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó a la Argentina por la impunidad con que se manejó el caso y apuntó contra el organismo de inteligencia: “Quedó establecido que uno de los principales obstáculos para la debida investigación del atentado y del encubrimiento fue la manipulación de información producto de actividades de inteligencia.

La exSIDE dejó de funcionar en 2001, cuando se aprobó la Ley 25.520 de Inteligencia Nacional. Desde entonces y hasta el 2015, existió la Secretaría de Inteligencia (SI). Luego, tras la muerte del fiscal Alberto Nisman, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner creó la AFI.