El presidente Alberto Fernández volvió a criticar a su predecesor, Mauricio Macri, por el abultado préstamo pedido al Fondo Monetario Internacional y por el uso que se le dio a los U$S 44 mil millones que giró la entidad.

Lo hizo en un largo hilo de Twitter, en el que celebró que el directorio haya aprobado este viernes el nuevo programa negociado por el ministro de Economía, Martín Guzmán. En resumidas cuentas, el FMI irá girando el dinero para que Argentina pueda pagarle el préstamo anterior. Los nuevos fondos serán devueltos entre 2026 y 2034. A cambio, el país se compromete a un fuerte ajuste fiscal y a reducir la emisión monetaria.

"La deuda con los acreedores privados la reestructuramos. La deuda con el FMI hoy acordamos refinanciarla. Nosotros no tomamos ninguna de esas deudas", afirmó el mandatario.

Para Fernández, el origen del problema fue la decisión de Cambiemos de acudir al organismo para cubrir la salida del país de los fondos de inversión que se llevaban las jugosas ganancias de la "bicicleta financiera" de los años previos. "En 2018 el gobierno de Mauricio Macri y sus aliados de Juntos por el Cambio tomó la mayor deuda de la historia con el FMI y la cargó en las espaldas de generaciones de argentinas y argentinos", dijo el jefe de Estado. "Con los dólares recibidos no quedaron reservas, no se construyeron hospitales, escuelas, puentes o rutas. Todo se esfumó en manos de los especuladores", profundizó.

El Presidente defendió lo realizado por su gestión tanto en relación al Fondo como a los tenedores de bonos en dólares, que en 2020 aceptaron canjear sus títulos por otros a más largo plazo y con menos interés. 

"Los compromisos que asumimos con el pueblo argentino nos garantizan seguir creciendo, aumentando la inversión en obra pública, creando empleo formal, promoviendo la inversión social, educativa y en ciencia y tecnología. Este acuerdo no quita derechos. No propicia reformas laborales ni jubilatorias. Tampoco dispone reformas estructurales en el Estado", expuso Fernández.

El acuerdo fue aprobado este viernes por el directorio del FMI. En el acto, la entidad giró un adelanto de casi 9.700 millones de dólares. Con ellos el Gobierno abonó una cuota de capital por alrededor de 2.800 millones de dólares y el resto pasó a engrosar las reservas internacionales del Banco Central.