Un ladrón asaltó un kiosco en la localidad bonaerense de Ringuelet, tras hacerse pasar por un cliente del local y mientras la dueña del negocio se encontraba pintando en la puerta de un vecino. Aunque el sujeto escapó con la recaudación, los testigos comentaron que antes de arrancar la moto en la que huyo, se bajó del vehículo para agarrar 100 pesos que se le habían caído en el trajín.

Las fuentes policiales aclararon que el delincuente permitió que una mujer, que entró unos segúndos después de él, comprara y se fuera sin ningún problema. Luego de eso, el hombre pidió algunos productos y luego sacó una pistola para comenzar el asalto. 

Al parecer, todo parecía normal y nada levantaba la sospecha de los clientes y empleados, hasta que el ladrón empuñó su su arma y amenazó a la cajera del lugar. “Callate la boca y dame toda la plata”, le exigió violentamente.

Cuando el delincuente se fue del negocio local, la víctima relató en un audio de WhatsApp enviado a los vecinos de la zona lo que había sucedido, para alertar sobre la situación.

Según relató la cajera, fueron pocos minutos los que duró el episodio, en los que la damnificada no se resistió en ningún momento, abrió la caja registradora y le cedió el dinero de la recaudación. Afortunadamente salió ilesa, más allá de la tensión por el asalto sufrida.

Al momento de la huida, el delincuente se subió a una motocicleta tipo "Vespa" de color champagne en la que se movilizaba, se puso el casco e intentó escapar a gran velocidad, pero se le cayeron 100 pesos y eso retrasó su fuga, ya que se bajó del vehículo para recolectarlos. Luego de eso, el ladrón finalmente se fugó con dirección hacia la calle 514.

El comercio está ubicado en la esquina de las calles 511 y 10. En tanto, el ladrón todavía no fue identificado, continúa prófugo y se espera un análisis de las cámaras de seguridad de las inmediaciones para obetener pistas que lleven a su captura.