Este lunes se dio inicio al juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, donde el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de Dolores juzgará a los 8 rugbiers detenidos e imputados por el hecho, que tuvo lugar el 18 de enero de 2020. 

Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23), son los nombres de los ocho imputados por el crimen de Fernando, que tuvo lugar en la puerta del boliche Le Brique de Villa Gesell, en 2020. 

Sin embargo, hay dos nombres más que habían surgido, en primera instancia, a pocas horas del hecho: se trataba de Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi, dos chicos que estaban vacacionando con los acusados. Sin embargo, según investigó la fiscalía, no participaron del brutal hecho ocurrido aquella madrugada. 

Ambos habían sido detenidos durante la mañana del 18 de enero de ese año. La policía llegó al chalet que alquilaban los jóvenes y dispusieron la detención de los diez. 

Sin embargo, a las pocos días, ambos fueron sobreseídos por el juez de garantías de Dolores, David Mancinelli, ya que ninguno de los testigos que presenció el crimen pudo reconocerlos como parte de la situación y, por ende, no se pudo comprobar su participación directa en el asesinato. 

Pese a esta situación, el cambio de vida para ellos fue abrupto por todo lo que vivieron. Desde un primer momento no quisieron hablar ante las cámaras, por respeto a la familia de Fernando, decidieron mantenerse alejados. 

Guarino y Milanesi, en tanto, deberán romper el silencio en las próximas semanas, ya que con el inicio del proceso judicial ambos fueron citados a declarar como testigos durante las audiencias. 

Qué es de la vida de Guarino y Milanesi, los dos sobreseídos en el crimen de Fernando Báez Sosa

Juan Pedro Guarino intentó dejar todo atrás y mirar para adelante. Luego de haber quedado en libertad, se dedicó a estudiar psicología y, según se supo, continúa de novio con la misma pareja que tenía cuando sucedió el aberrante hecho. 

Guarino y Milanesi, los sobreseídos.

Luego de ser señalados y pese a ser sobreseído, el joven y su familia cuentan con poca vida social activa, por lo que pasan el tiempo en la seguridad de su hogar y lejos de cualquier contacto con los medios. Pese a que cada vez que es consultado por el hecho elige no hablar, ahora deberá hacerlo ante los jueces. 

Alejo Milanesi, por su parte, cambió su vida rotundamente: se mudó a otro barrio dentro de Zárate, y dispuso dejar atrás todos los recuerdos de su casa para empezar a transitar un presente y un futuro más distinto. Al igual que Guarino, se espera que rompa el silencio frente a los jueces del TOC N°1 de Dolores