Escapada: la localidad con río que es un oasis natural donde la paz y relax enamoran
¿Querés desconectarte del ritmo de ciudad, pero no sabes donde?. Este sitio reúne un sinfín de atractivos. Todos los detalles, en la nota.
Villa La Paisanita es un pequeño pueblo escondido dentro del Valle de Paravachasca y que pertenece al departamento Santa María en la provincia de Córdoba. Este sitio acogedor está a orillas del Río Anisacate y posee pequeñas playitas donde se destacan las arenas claras. Más allá de la hermosa naturaleza que lo rodea es conocida por su tranquilidad y seguridad, de hecho, muchos eligen este paraje para descansar en familia o pareja. Asimismo, tiene distintas opciones de alojamiento, gastronomía y actividades.
Si todavía no sabes qué hacer en esta temporada de verano del 2023, te presentamos este lugar que es perfecto porque es considerado uno de los rincones cordobeses más tranquilos. Si bien se ubica a solamente 718 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires (unas siete horas de viaje) es una escapada ideal si estas vacacionando en la región, ya que está a solo 50 kilómetros de la ciudad de Córdoba. Pese a la cercanía con Alta Gracia y el embalse Los Molinos, el balneario no se ubica sobre la Ruta Provincial 5, sino que se debe tomar el Camino de los Pioneros desde la Ruta Provincial 45.
Un oasis natural que enamora en Córdoba
La Paisanita está resguardada de las grandes urbes gracias a la enorme y bella vegetación que decoran las pintorescas sierras regionales. Asimismo, esta villa está atravesada por el río Anisacate que regala unas aguas cristalinas con manso oleajes que muchos aseguran que parecen del mar caribe. Otro gran destacado de la localidad es su costa que compone pequeñas playas de arenas blancas que se separan por escolleras naturales de rocas serranas y agrestes bosquecitos que regalan una sobra perfecta para combatir los días cálidos de verano.
Visitar esta localidad es un pasaporte asegurado al relax, ya que está alejada de todo estrés, la tranquilidad es total debido a que hay poca señal de teléfono y prácticamente no existe la contaminación, de hecho, los únicos ruidos que sobresalen del ambiente es el caudal de agua y los pájaros que habitan en la zona. Otro gran punto a favor de este balneario es su seguridad que invita a las familias a aprovechar al máximo tanto del día como de la noche aunque llueva, haga calor o frío.
¿Qué se puede hacer en La Paisanita?
Más allá de sus bonitos balnearios, La Paisanita es uno de los mejores escenarios naturales de la provincia de Córdoba debido a que se puede hacer actividades de todo tipo. Uno de los recorridos más disfrutados por los turistas es la visita del Honguito que es uno de los íconos más representativos del lugar, ya que funciona como un hermoso mirador circular con techo en forma de hongo que es elegido para obtener imágenes panorámicas de esta localidad.
Para los que disfrutan de la historia, se puede recorrer la Capilla Nuestra Señora del Luján que data de la década del 50 y que está sobre uno de los cerros que rodean a la villa. Otra de las postas que no deben faltar es la colonia Evita y la escuela Sarmiento, inauguradas por Evita Perón, ambas de gran valor histórico. Estos tres puntos de La Paisanita tienen la característica de estar detenidos en el tiempo y por mantener su estética campestre-rural.
Por otro lado, para los turistas inquietos o los amantes de la adrenalina y la aventura, este pintoresco pueblo cordobés ofrece también la posibilidad de hacer caminatas o cabalgatas por la Reserva Natural La Rancherita y Las Cascadas, aunque también es muy elegida la travesía en bici y los safaris fotográficos que tienen como objetivo conocer la flora y fauna autóctona. Tampoco se puede negar que no hay nada mejor que sumergirse en las cálidas aguas para dejar atrás el estrés cotidiano del trabajo y la ciudad.
Si bien La Paisanita es un pueblo pequeño de más o menos 160 habitantes, reúne una gran oferta de alojamientos y locales gastronómicos. Entre los imperdibles para degustar comidas tradicionales y caseras como empanadas se destaca la Casa de María. Otra opción es probar las comidas criollas de Alma-Zen y otro gran plan es disfrutar del parador que está sobre el río. En cuanto la estadía, se pueden alquilar desde casas con vistas a las sierras, hostels o campings donde las noches bajo las estrellas son únicas.