El nombre de Carlos Eduardo Robledo Puch es sinónimo de sangre y muerte en nuestro país, ya que el popular asesino en serie nacional dejó el tendal de 11 víctimas entre 1971 y 1972, se encuentra detenido con cadena perpetua en la cárcel de Lisandro Olmos y es el recluso que más tiempo ha estado encerrado en un penal.

Lo cierto, es que este miércoles Puch cumple 70 años de edad y al posibilidad de que alguna vez recupere su libertad es difícil, tal vez por "su nombre" o simplemente porque la justicia aún lo considera como alguien peligroso para la sociedad.

Puch vive en el pabellón 1 de la Unidad Penal Número 26 de Olmos y además de convertirse en un septuagnerio, el dato destacado es que el próximo 3 de febrero cumplirá 50 años en prisión. Cabe destacar, que el 27 de noviembre de 1980 fue condenado a cadena perpetua por tiempo indeterminado por haber matado a once personas por la espalda o mientras dormía.

Carlos Robledo Puch se encuentra en el Penal de Olmos (Archivo).

Más allá de que la Justicia de San Isidro no descarta otorgarle un arresto domiciliario o la libertad definitiva, la situación no es sencilla, ya que "El ángel de la muerte" en su época era comparado por los detectives del caso con Marilyn Monroe por su belleza, necesita una casa y una persona de confianza que le salgan de garantía.

Carlos Robledo Puch: camino sin rumbo

Aquel 15 de marzo de 1971, se puede decir que comenzó el sendero de la muerte para Robledo Puch y su cómplice Jorge Ibáñez, ya que ingresaron al boliche Enamour (Espora 3285 de la localidad bonaerense de La Lucila), llevándose 350.000 pesos de la época pero antes de huir, Puch asesinó al dueño (Pedro Mastronardi) y al sereno del establecimiento (Manuel Godoy) con una pistola Ruby calibre 7.65 mientras dormían.

El 3 de mayo de 1971, a las cuatro de la mañana, Puch e Ibáñez ingresaron a un negocio de repuestos de automóviles Mercedes-Benz en el partido de Vicente López, y al entrar en una de las habitaciones, encontraron a una pareja y a su hijo recién nacido. "El ángel de la muerte" asesinó al hombre (José Bianchi) de un disparo e hirió a la mujer de la misma forma, en tanto, Ibáñez intentó violar a la mujer herida (quien sobrevivió y posteriormente testificó en el juicio). Antes de huir con 400.000 pesos, Robledo Puch disparó a la cuna donde lloraba un bebé de unos diez meses, quien logró quedar con vida.

Carlos Robledo Puch, el mayor asesino serial de nuestro país (Archivo).

El 24 de mayo asesinaron al sereno de un supermercado, Juan Scattone, del supermercado Casa Tia, también de Olivos, quien fue acribillado a balazos y los homicidas brindaron con whisky sobre su cadáver.

A mediados de junio de ese mismo año, Robledo Puch ejecutó en la ruta a dos jóvenes mujeres (Virginia Rodríguez y Ana María Dinardo) que habían sido víctimas de abuso sexual a manos de Ibáñez en el asiento trasero del automóvil de turno.

La tapa de Crónica reveló los detalles en aquel momento (Archivo).

El día 5 de agosto, en circunstancias bastante dudosas, Ibáñez falleció luego de un accidente automovilístico. Robledo Puch, quien conducía el vehículo, huyó ileso de la escena luego del accidente, por lo que hay quienes sospechan que en realidad Robledo Puch lo asesinó.

Con la muerte de Ibáñez, hubo un receso en la actividad delictiva de Robledo Puch, la cual retomó en noviembre de 1971 junto con su nuevo cómplice, Héctor Somoza. El 15 de ese mismo mes asaltaron un supermercado en Boulogne, acribillando al sereno (Raúl Del Bene) con una pistola Astra calibre 32 que habían obtenido pocos días antes en el robo a una armería.

Carlos Robledo Puch: más crímenes en zona norte

Dos días después de este hecho, el 17 de noviembre, irrumpieron en una concesionaria de autos y asesinaron al cuidador (Juan Rozas). Pasada una semana, fue el turno de otra concesionaria en Martínez donde redujeron al sereno (Bienvenido Ferrini), le quitaron las llaves y robaron un millón de pesos. Robledo Puch lo asesinó de un disparo en la cabeza y, luego, hizo lo mismo con su cómplice, al cual le desfiguró la cara y las huellas dactilares con un soplete para evitar que la policía lo reconociera.

En tanto, el 3 de febrero de 1972 ambos asesinos fusilaron a Manuel Acevedo en una ferretería y luego de una pelea Robledo Puch mató de dos balazos a su cómplice Héctor Somoza.

Carlos Robledo Puch fue condenado en 1980 (Archivo).

Posteriormente Puch le quemó las huellas dactilares y el rostro con un soplete para que no pudieran identificarlo. Ese mismo día la Policía detuvo al múltiple asesino de 20 años quien desde entonces permanece preso, excepto por las 68 horas que estuvo prófugo luego de huir del penal de Olmos en 1973 y ser recapturado.

El 27 de noviembre de 1980 Robledo Puch fue condenado a reclusión perpetua por tiempo indeterminado, la pena máxima en Argentina. Los cargos que se le endilgaron fue por diez homicidios calificados, un homicidio simple, una tentativa de homicidio, diecisiete robos, dos raptos y dos hurtos.

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