Un ladrón quedó escrachado por una cámara de seguridad de un kiosco, donde habia entrado a robar golosinas, hasta que lo descubrieron, y lo echaron a trompadas.

Todo comenzó cuando un hombre que habría dicho ser trabajador de la Empresa recolectora de residuos 9 de Julio, de Mar del Plata, entró el domingo a la tarde a comprar en pequeño almacén, donde ofreció bolsas de consorcio a la empleada.

La mujer le pidió que regresara otro día, debido a que no estaban los propietarios, y ella no estaba autorizada a realizar compras, por lo que el hombre se retiró. Sin embargo, unos minutos después llegó un compañero.

 

El supuesto vendedor de bolsas, alertado de la inexperiencia de la joven, tomó una petaca de bebida alcohólica, y la distrajo en diferentes oportunidades, para aprovechar cuando le daba la espalda para sustraer una gran cantidad de caramelos, chicles y costosos chocolates.

Lucas es el dueño del comercio y desde su casa advirtió la maniobra gracias a las cámaras de vigilancia. De inmediato, junto a un amigo, recorrió tres cuadras en moto para evitar que continúe el saqueo y prevenir que a la muchacha le ocurra algo peor.

En el video se visualiza el accionar del mechero y el ingreso de Lucas que, antes de reclamar que cese en su accionar, le propinó una trompada en la boca. Al inesperado golpe le siguieron varios más, dentro del comercio, y otros en la vereda que no fueron registrados.

El almacenero recuperó toda la mercadería que el hombre se guardó en los bolsillos de la campera con la intención de hurtar.

El comerciante afirmó que no eran recolectores de residuos y que utilizan uniformes similares para salir a vender bolsas.

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