Por Fernando Vázquez.

Se conocieron nuevos detalles en el caso del hombre que el lunes apareció asesinado dentro de un inquilinato en el oeste del Conurbano bonaerense. Posteriormente las autoridades policiales comprobaron que el individuo, de 54 años, perdió la vida luego de ser agredido a martillazos en la cabeza y que cree que el crimen fue consumado por un amigo de la víctima, quien habría obrado mientras se hallaba en estado de ebriedad y que fugó luego de robar un teléfono celular. El suceso había sido publicado, de manera exclusiva, por cronica.com.ar.

Los voceros judiciales revelaron a cronica.com.ar que se presume que al hombre, que en forma oficial se lo identificó como Francisco Antonio Sorrentino, lo agredieron a golpes en la cabeza y que para dicho fin se habría utilizado un martillo que se incautó en un patio del domicilio.

De acuerdo a lo manifestado por los informantes, la causa penal está cargo de los integrantes de la Unidad Funcional Temática de Homicidios de los tribunales de la jurisdicción, quienes resolvieron convocar de inmediato a peritos de la delegación local de la Policía Científica, que posteriormente lograron determinar, al revisar el cadáver, que el fallecido presentaba hundimiento de cráneo, por la agresión consumada mediante un elemento contundente. Tal como adelantamos, el homicidio se descubrió en una finca situada en Merlo al 1600, casi en el cruce con Juan Pedro Esnaola, en las cercanías del Ferrocarril Sarmiento.

Sorrentino fue localizado sin vida durante las primeras horas de la mañana del lunes por un inquilino del inmueble, de 22 años, quien lo observó tendido, boca arriba y semidesnudo, en una cama, a la vez que advirtió que tenía varias manchas de sangre en las ropas.

Algunos habitantes de la zona aseguraron que la víctima estuvo reunida con uno de sus amigos y que, tras ingerir bebidas alcohólicas, mantuvieron una pelea, en la madrugada del domingo.

Hasta el momento, se sostiene que esta persona es la principal sospechosa de haber sido la autora del asesinato. En base a esas pruebas aportadas al sumario, servidores públicos de la comisaría 5ª Oeste y de la Dirección Departamental de Investigaciones (D.D.I.) del distrito realizaron diferentes procedimientos para esclarecer lo acontecido y demoraron a un sujeto.

Mientras tanto habitantes del barrio dijeron que Sorrentino era el propietario de la vivienda en la que sucedió el crimen y que tenía habitaciones en alquiler. Funcionarios certificaron que el atacante sustrajo de la casa un aparato de telefonía celular.

Por F.V. 

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