Juan Manuel Lozada Castro, de 47 años, fue asfixiado con una soga de tela y recibió dos puñaladas en el tórax que le perforaron ambos pulmones, según reveló la autopsia. Su pareja, Leonor Melina Herrera, de 39, confesó el crimen ante la fiscal de la causa y aseguró que lo mató tras sufrir una golpiza por parte de la víctima. 

Herrera fue indagada este jueves por la fiscal Silvia Borrone, de la Unidad Funcional de Instrucción 4 descentralizada en Berazategui, quien le imputó el delito de “homicidio agravado por el vínculo”.

En su declaración, la mujer confesó haber cometido el crimen de su concubino y aseguró que lo hizo sola tras sufrir una golpiza por parte de Lozada Castro. Al momento de ser aprehendida la mujer tenía golpes en su rostro, por lo que sus dichos fueron acreditados.

Por otro lado, Herrera señaló que los episodios de violencia de género eran habituales y que pese a ello no radicó ninguna denuncia.

Finalizada la declaración indagatoria, la fiscal Borrone solicitó convertir en detención la aprehensión de Herrera, lo que fue otorgada por el juez Diego Agüero, que subroga el Juzgado de Garantías 4 de Quilmes.

A su vez, el informe preliminar de autopsia determinó que el cuerpo de Lozada Castro presentaba maniobras de estrangulamiento, que provocó un síndrome asfíctico típico, para lo cual fue utilizada una soga de tela, añadieron las fuentes consultadas.

Asimismo, la víctima tenía dos heridas de arma blanca punzocortantes en el tórax, que perforaron ambos pulmones y le generaron un hemoneumotórax bilateral. 

De esta manera, la mecánica de la muerte de Lozada Castro fue combinada.

El asesinato fue descubierto el pasado martes en una casa situada en calle 5 entre 108 y 108 A de Berazategui. Fuentes judiciales y policiales informaron que la investigación comenzó cuando un hombre de 43 años denunció que no veía a su hermano desde el último viernes, por lo que se dirigió a su vivienda.

El denunciante dijo que vio desde afuera del inmueble un pozo en la tierra y que al costado había cal, lo cual le llamó la atención. A su vez, la pareja del hombre buscado se mostraba reticente a denunciar la desaparición de su concubino, detallaron fuentes judiciales.

Ante esa situación, la fiscal Borrone dispuso un allanamiento en urgencia en la propiedad. Al mismo tiempo, el personal policial demoró a Herrera y en la comisaría, confesó llorando que había matado al marido y lo había enterrado en su casa.