"Nos enteramos del femicidio por una historia de Instagram", comenzó Ezequiel Orihuela, conmocionado. La víctima es Antonella, su hermana mayor, quien fue asesinada el jueves por su ex marido Adrián Zanoni, de 36 años, en la provincia española de  Barcelona. Tras cometer el crimen, el hombre calcinó el cuerpo en un descampado y luego se ahorcó en su auto. En el asiento trasero encontraron a la hijita de ambos, de un año y nueve meses, que todavía aguarda en ese país europeo para reencontrarse con su familia materna.

En medio del dolor y el desconcierto, los Orihuela presionaban desde la localidad de Longchamps, en el sur del conubano bonaerense, para acelerar los trámites diplomáticos que les posibilitarán viajar a reconocer el cuerpo de la joven de 30 añosdarle una sepultura y traer a la nena, que está aislada por dar positivo por coronavirus, bajo la tutela de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) de la Generalitat.

Antonella Orihuela junto a su hija, de un año y nueve meses.

Al rememorar los últimos días, Ezequiel relató a cronica.com.ar que perdió contacto con su hermana Aby, como la llaman en su casa, durante el jueves, muy temprano a la mañana por la diferencia de horario entre ambos países. "Desde las 9 de la mañana hora española que no volvimos a contactar a mi hermana, salvo por una pregunta que ella mandó al grupo de WhatsApp: 'chicos, ¿ustedes hablan con Adrián?'. No sabemos si realmente fue ella", explicó.

Los últimos mensajes "puros" de su hermana, describió Ezequiel, llegaron el miércoles, en los que hubo fotos de su sobrina y memes. "Esa sí era mi hermana. Sus respuestas siempre eran con un audio, un videito o con un mensaje de buenos días", aseguró. 

Si bien la familia desde Argentina siempre estaba atenta a Aby y su hija, la preocupación aumentó en estos últimos días cuando se enteraron que los tres, junto con el ex marido, dieron positivo por coronavirus y estaban aislados en su casa de la comunidad de Terrassa, en la provincia de Barcelona.

La pareja se había conocido en 2011 y se casaron en 2017. El 1° de agosto de ese año, viajaron a la capital de la comunidad autónoma de Cataluña, donde se radicaron y tuvieron a su hija, hace menos de dos años. Un accidente doméstico en marzo de este año con la nena desencadenó agresiones verbales y situaciones de violencia de género por parte de Adrián contra Antonella, que lo denunció en reiteradas oportunidades, contó su familia. 

"Mi respuesta a mi hermana fue decirle que sí, que estaba hablando con Adrián por cómo estaban", explicó el hermano de la víctima. No dudó, le escribió a su ex cuñado y tras intercambiar algunos mensajes, en los que el femicida le aseguró que "estaban bien y tranquilos", le envío una foto con su hija. "Ese mensaje se lo respondí a los minutos y le llegó pero no me lo respondió", recordó Ezequiel.

Ese mismo jueves, en la tarde, mientras merendaban los dos hermanos en Argentina, el menor de ellos tuvo un mal presentimiento sobre Aby porque no le llegaban los mensajes, dijo el joven. Tampoco le llegaban a su ex cuñado. Y así comenzaron las horas más desesperantes de su vida.

Adrián Zanoni y Antonella Orihuela se habían casado en 2017.

La noticia del femicidio llegó recién el sábado cuando la intranquilidad y la insistencia por intentar comunicarse los llevó a cruzarse con el perfil de Instagram de una amiga de su hermana en España. "Me enteré por una historia del femicidio", repite Ezequiel. 

Aquellos datos que tienen los hermanos sobre Antonella son reportes de medios españoles, que registraron este viernes el hallazgo de su cuerpocompletamente calcinado, en una zona de matorrales junto a una ruta, en Sant Vicenç de Castellet, a 50 kilómetros de Barcelona.

Reconstruyeron que Adrián fue quien la mató y subió el cuerpo a un auto. Manejó con maniobras peligrosas, con intención de volcar el vehículo y simular el femicidio por un accidente de tránsito, pero no lo logró. Por eso, dejó el cadáver en un descampado, lo prendió fuego y luego se ahorcó dentro del auto, que estaba estacionado a escasos diez metros donde hallaron los restos de la joven.

Testigos llamaron a la policía y a los bomberos, que encontraron en el asiento trasero a la beba ilesa. Los Orihuela lograron comunicarse con la psicóloga que acompaña a la nena y tuvieron reuniones con el cónsul, con intención de ir a buscarla.

"Estamos desesperados para ir a buscar a mi sobrina. Cuando nos enteramos de esto, nos reunimos con el cónsul para comenzar los trámites de reconocer el cuerpo y hacer los papeles para darle un entierro digno a mi hermana, pero dijeron que eso tiene que hacerse cargo España", indicó Ezequiel.

Y remarcó: "Al quedar mi sobrina con vida, somos los únicos familiares directos que ella tiene, con excepción de su abuelo paterno, que nos dijo que no tiene inconvenientes en darnos la tutela de ella porque él es un hombre mayor"

La inquietud de la familia es la demora en los trámites, que puede ser entre quince días hasta tres meses. "Ella está sola. Es posible que ella haya visto cómo murió mi hermana y su padre. Nosotros no sabemos si él la mató a golpes o si la asfixió, pero mi sobrina sí. Toda la contención que se puede dar tiene que ser lo antes posible", expresó su tío.

Por M.B.