“Quiero vivir, merezco vivir. Por eso vengo luchando para que haya justicia. Sobreviví para que los violadores tengan perpetua sin beneficios”. Esas fueron las palabras de una joven cordobesa que habría sido violada y torturada por tres policías a comienzos de 2019, quienes la detuvieron acusándola de pagar con billetes falsos una compra.

El martes 29 de marzo comienza el juicio en la provincia de  San Luis en donde los tres acusados del ataque sexual serán juzgados. Por entonces, están detenidos desde hace dos años e imputados del delito de “abuso sexual gravemente ultrajante y doblemente agravado” por el fiscal federal Cristian Rachid.

El jefe de servicio de la comisaría está acusado de ser el autor material, en tanto, los otros dos oficiales imputados de ser partícipes necesarios, por brindarle apoyo y cobertura al atacante.

"En el juicio se va a saber todo, hay muchas pruebas, y pericias médicas", dijo la víctima. 

Cómo fue el abuso sexual denunciado

A comienzos de 2019, la joven cordobesa se mudó a Villa del Carmen, un pequeño pueblo de San Luis. El 19 de abril de ese año, viajó hasta Villa La Quebrada a inscribirse para participar de una feria y vender sus trabajos artesanales.

En un momento, comenzó a llover intensamente, por lo que se refugió en un salón de baile. Fue en ese instante que policías comenzaron a acosarla y la llevaron detenida a la comisaría acusándola de pagar con billetes falsos una compra que había hecho.

Una vez en la dependencia policial, tres de ellos, un jefe de servicio y dos agentes, la violaron y torturaron, según consignó la víctima al medio local La Nueva Mañana.

Días después, fue trasladada a otra dependencia de San Luis y, durante más de 40 días, permaneció tras las rejas, hasta que la absolvieron de la causa. La joven insistió en que le “armaron una causa policial” para llevarla y someterla sexualmente.

El desgarrador testimonio de la víctima

La víctima del ataque relató el infierno que vivió a manos de los tres policías. “Como me quería defender, los pateaba y los mordía. Entonces, uno me golpeaba y el otro me violaba, y así se iban turnando. El que no me violaba se burlaba y jugaba con mi corpiño y mi bombacha", contó. 

Además, reveló: “Si una mujer policía no entraba al lugar donde me estaban abusando y veía todo, estaría muerta, desaparecida. Que entrara ella me salvó”.

Un año después de cometido el abuso, la víctima realizó la denuncia. Los oficiales quedaron detenidos e imputados por el delito de abuso sexual. 

Por su parte, a la víctima de la violación le tocó afrontar las heridas físicas y psicológicas que le dejó el calvario que le hicieron vivir. En ese sentido, recibió un certificado de discapacidad del 95 por ciento, debido a que su útero resultó lastimado con múltiples lesiones a causa de la violación.

Tiempo después, le diagnosticaron cáncer de mama. En la actualidad está bajo tratamiento psicológico y no tiene ingresos fijos. “Me rompieron toda, pero estoy viva y quiero gritar”, enfatizó.

Asimismo, aseguró que en un momento pensó en quitarse la vida, sin embargo, juntó fuerzas de donde no tenía, y se decidió a pedir Justicia para que a nadie más le pase lo mismo. 

"Lo logré, estoy viva, lista para hablar y sentarme a decir todo lo que me hicieron. Quiero vivir para ver que los que me rompieron toda no puedan romper a ninguna nunca más”, sentenció.

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