El grupo de rescate que trabaja en Villa Gesell, en los escombros del hotel Dubrovnik, encontraron otros tres cuerpos sin vida: en total, ya son siete las víctimas fatales, mientras sigue la búsqueda de una sola desaparecida. Otro de los casos policiales más impactantes de la jornada.

Las tareas son llevadas a cabo por personal de Defensa Civil y bomberos, que confirmaron el hallazgo de Mariano Troiano, Matías Chaspman y Ezequiel Matu.

Según pudo averiguar la Agencia Noticias Argentinas, durante la jornada de este martes, los rescatistas primero sacaron de entre los restos edificio colpsado a Troiano, el gasista oriundo de Batán, de 46 años y luego hallaron a Chaspman y Matu, los dos trabajadores marplatenses.

Más temprano, los brigadistas hallaron sin vida al carpintero Javier Fabián Gutiérrez, de 54 años, quien, previo al desmoronamiento del alojamiento, había mandado un audio donde advertía la peligrosidad de las obras llevadas a cabo en dicho edificio.

De esta manera, la única persona que queda por rescatar es Dana Desimone, la joven de 25 años que era la novia de Nahuel Stefanic (sobrino de María Rosa Stefanic, la ex dueña del hotel).

La semana pasada apareció muerto Federico Ciocchini, un hombre también oriundo de Mar del Plata de 89 años, al tiempo que su esposa María Josefa Bonazza sufrió heridas de distinta gravedad. Ambos estaban alojados en un edificio lindero.

El hotel Dubrovnik, ubicado en Villa Gesell, colapsó en la madrugada del pasado 29 de octubre, y las imágenes fueron captadas por una cámara de seguridad de un edificio cercano y permiten ver el momento exacto de la tragedia.

El edificio de 10 pisos se desmoronó sobre sí mismo alrededor de la 1 de la madrugada, y parte de los escombros impactó contra una construcción lindera. La cámara, situada en uno de los pasillos internos del inmueble vecino, muestra cómo la estructura del Dubrovnik se desploma de repente.

En las imágenes se ve cómo una mujer que caminaba por la cochera del edificio aledaño se pasea nerviosa mientras habla por teléfono. En cuestión de segundos, una nube de polvo lo cubre todo y los vidrios del lugar se rompen por el impacto.

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