Una joven de 22 años, que estaba en plena búsqueda de trabajo y publicó un aviso en un grupo de empleo de Facebook, fue contactada por un hombre que le realizó una oferta laboral, que ella consideró inmediatamente, expresó´a cronica.com.ar.

Sin embargo, lo que parecía una atractiva propuesta para trabajar, terminó en una pesadilla de la que pudo escapar, pero que teme que pueda volver a repetirse con otras víctimas en su misma situación. Por esa razón, contó su historia a Crónica Web, en busca de alertar sobre una modalidad de acoso sexual que sufrió en carne propia.

Todo habría comenzado en el Sur del Gran Buenos Aires, durante la mañana del lunes 22 de mayo, cuando la muchacha, que prefirió preservar su identidad, recibió el mensaje de un sujeto que le ofreció 2 mil pesos por hora, de 8 a 14, para "hacerle compañía a su hermano, que tuvo un accidente grave, y no querían que se quede solo".

Luego de una breve charla, ella accedió a una entrevista, pactada para ese mismo día, a las 12.30, en una casa ubicada sobre la calle Isla Soledad al 100, en el Sur del Gran Buenos Aires.

La conversación de Whatsapp de la denunciante con su acosador.

"Me dice que su hermano se había quebrado la cadera y que lo que yo tenía que hacer es bañarlo y hacerle los masajes antes de irme todos los días. Y el masaje era desde la rodilla hasta la cadera y estimular un músculo del pene. Le digo que yo no soy enfermera y no sé cómo reaccione a eso, pero me dice tranquila, hacemos una prueba juntos", señaló la chica.

Hasta ahí, nada parecía marchar bien, pero lo que ella no pensaba era que podía empeorar, ya que el degenerado, no conforme con esa proposición, se animó a más.

"Yo creí que me iba a enseñar a curarlo, pero en un momento toma aceite de cocina y pone en una taza muchas servilletas y me dice pasá, me lleva a una habitación y yo sin entender creyendo que íbamos con su hermano (el que supuestamente estaba accidentado)", agregó la denunciante.

A pesar de lo que ella esperaba, el panorama con el que se encontró en esa habitación fue mucho más desagradable.

La víctima hizo la denuncia de manera virtual.

"Cuando veo que no hay nadie y él se baja el pantalón y le pregunto '¿disculpa, tengo que practicar con vos?, sí es así, no gracias, está bien' y me dice, pero yo quiero ver tu reacción. Por qué no quiero que el pase más momentos incómodos", continuó.

No obstante, esta postura no evitó la insistencia del acosador, que seguía, más allá del miedo de la joven.

"Le digo que no y que me voy a la cocina a buscar mis cosas, me sigue y me decía que entonces no sabía cómo iba a hacer que otro día más buscando personal. Le digo que está bien, pero que yo no me animo y me dice mi hermano, tiene una cicatriz acá como yo y otra vez se baja el calzoncillo y corrí la mirada", siguió su relato aterrador.

"Pregunta para donde voy le digo Me dice bueno, déjame que me cambio y te acompaño. En eso se sienta en el sillón y se saca el pantalón y el calzoncillo y se empezó a tocar, le pregunto que hace y dice y me tengo que limpiar, estoy todo mojado. Le dije que no, me abre la puerta y le dije que me iba sola", señaló.

Afortunadamente, al borde de una crisis de nervios, lejos de su casa, pudo tener la contención de otra mujer, se solidarizó con ella, y que, a pesar de que era una desconocida, la acompañó durante el tiempo que duró la espera de su mamá, que la fue a buscar.

Según precisó a este medio, el hombre se presentó como Jorge, de entre 47 a 50 años, alto, con "barba desprolija y canas".

Luego de la horrible experiencia que vivió, además de hacer pública la situación en redes sociales, también decidió denunciarla, para que la Justicia tome cartas en el asunto, aunque, hasta ahora, no hubo novedades. Interviene en la causa, el fiscal Gerardo Loureyro, de la UFI 3 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora.

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