Mauro Ezequiel Belano, de 31 años, empleado de casinos virtuales, fue hallado asesinado en su departamento del barrio porteño de Flores, tenía 37 puñaladas. También le desvalijaron la vivienda y le robaron su moto. Su madre y sus hermanos sospechan que en el crimen estuvo implicada una mujer con la que salía la víctima. La fiscalía busca a más de un autor.

Mauro, a quien todos conocían como “Chapo” o “Sapito”, había cumplido 30 años el pasado 1° de junio. Según su entorno se había mudado al departamento, hacía un mes.


"Es una chica a la que le pagaba para que esté con él. Era del barrio Piedrabuena. Tienen todo, tienen fotos, audios, no sé qué esperan para detenerla", dijo Blanca, la madre de Belano, al TN. 

La mujer consideró que "no actuó sola", porque notó que le habían vaciado el departamento. "¿Quién se llevó la moto? Y se llevaron todo, ¿no vieron la mudanza? No dejaron nada, solamente el cuerpo de mi hijo tirado en el baño. Toda la ropa de mi hijo la están vendiendo", agregó la mujer que no tenía noticias de su hijo y que cuando entró al departamento donde él vivía lo encontró tendido en el baño sin signos vitales y con heridas en su espalda.

Al arribar al lugar, los agentes constataron la muerte del hombre. Asimismo, verificaron que el departamento se encontraba vacío y que no había signos de violencia en el ingreso. La sospecha es que también le sustrajeron la moto, una Yamaha FZ15 color blanca, la cual -según su familia- solía estacionar en la vía pública

Los hermanos de la víctima, Juan Ignacio y Oriana contaron  que hace unos días Mauro le había mandado un mensaje de voz a su mejor amiga donde señalaba que se había peleado con la mujer con la que estaba saliendo. "Le contó que ella le pedía plata y, como él no le quiso dar, ella le pegó y le escupió la cara", sostuvo el hermano de Mauro.

"Todo empieza por ahí, la última persona que lo vio con vida fue ella, después que nosotros encontramos el cuerpo, esta chica cerró todas las redes sociales, todas. Y eliminó a todos, nunca se acercó ni mandó un mensaje", contó Oriana.


"Se veían de vez en cuando, no era la novia pero ella lo veía, le pedía plata, que le compre cosas. Mi hermano como estaba con mucha plata, le compraba, andaban por todos lados, la llevaba a comer, la llevaba a merendar. Muchos datos de ella la verdad que no tenemos, no la llegamos a conocer, nunca vino y nos presentó y nos dijo 'esta es mi novia'", aseguró Juan Ignacio y agregó que por la información que les llegó, "la chica tiene gente atrás que hacía esto: enamoraba a los hombres y después los mandaban a robar".

Oriana agregó que esta joven fue "la última persona que estuvo en contacto con él y que lo vio". La joven contó que esa chica " el miércoles vino a hacerse las uñas con una vecina" y "tenía el llavero de la moto, la billetera y el celular" de su hermano.

"Cuando nosotros llegamos al edificio donde vivía mi hermano, lo encontramos tirado en el baño, encerrado, con más de 30 puñaladas. Supuestamente nos dijeron que lo querían sacar, estaba envuelto hasta la cintura con bolsas, como que lo quisieron sacar", explicó el joven.

"Llegaron a limpiar todo el departamento, los forenses encontraron un balde con sábanas, ropa de mi hermano, metida dentro de un tacho con lavandina, la casa todavía estaba mojada, algunos sectores de la casa todavía estaban mojados. Nosotros si no llegábamos, capaz que el cuerpo de mi hermano no lo encontrábamos", dijo Juan Ignacio.



El caso, que se investiga como un “homicidio”, quedó a cargo Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°50. Además, intervino la Unidad de Delitos Informáticos e Investigaciones de la Comuna 7.

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