Peritos policiales analizan varias manchas que aparentan ser de sangre y que fueron halladas en el predio de General Rodríguez donde el empresario Fernando Pérez Algaba fue visto con vida por última vez. 

Los expertos buscan determinar si el material hallado es hemático y, en ese caso, si pertenecen a la víctima, cuyo cuerpo fue encontrado descuartizado en una valija arrojada a un arroyo de Ingeniero Budge.

Fuentes vinculadas a la investigación informaron que los rastros fueron tomados durante el procedimiento realizado el 31 de julio último en el predio perteneciente al emprendimiento "Renacer", un loteo de terrenos ubicado en avenida de Las Américas, de General Rodríguez.

En el lugar hay montados tres contenedores que funcionan como oficinas y dos edificaciones de mampostería, una de ellas utilizada como galpón para guardar cosas, mientras que la restante está en estado de abandono.

En el primer contenedor inspeccionado, ubicado en el ingreso al predio, los efectivos de la Policía Científica levantaron tres rastros papilares en la puerta de entrada y secuestraron una alfombra de baúl de auto con manchas pardo rojizas y filamentos pilosos.

En tanto, de otro contenedor se procedió al levantamiento de dos muestras de presunto tejido hemático, uno en el marco de la puerta del baño y el otro en el inodoro, añadieron las fuentes, quienes agregaron que del tercer contenedor los peritos se llevaron cinco rastros papilares.

Todas esas muestras son ahora analizadas junto a unas manchas halladas en la camioneta Range Rover blanca que Pérez Algaba, apodado "Lechuga", empleó para movilizarse los últimos días que fue visto con vida y que le pertenece a su exsocio Maximiliano Pipelich, quien la entregó días después del crimen a la policía de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora.

En uno de los contenedores ubicados en el predio se hallaron dos muestras de presunto tejido hemático, uno en el marco de la puerta del baño y el otro en el inodoro.

La víctima fue vista con vida por última vez cerca de las 18 del 18 de julio pasado en ese loteo de General Rodríguez, zona en la que también se activó por última vez su teléfono celular. Ese día, "Lechuga" llegó al complejo junto a su examigo Nahuel Vargas a bordo de la Range Rover y ambos se encontraron allí con Pilepich, quien había arribado en una camioneta BMW.

Durante ese encuentro, al que el empresario fue con su perro bull dog francés, según contaron luego en su declaración testimonial los otros dos hombres, Pilepich le entregó a Pérez Algaba 60 mil dólares con los que saldaba una deuda de 150 mil que tenía con la víctima.

Tras esa transacción, el empresario le devolvió la camioneta a Pilepich, quien se retiró con Vargas en ese rodado -su BMW lo dejó en el campo-, mientras que "Lechuga" "se quedó esperando que alguien pasara a buscarlo", según él mismo les dijo.

La víctima fue vista con vida por última vez el 18 de julio pasado.

Al respecto, Pilepich contó que cuando se iba vio que en sentido contrario se acercaba un vehículo -aunque dijo no recordar marca y modelo- que supuso era el que iba a buscar a Pérez Algaba.

En el transcurso de la pesquisa advirtieron que el empresario tenía varios enemigos y recibía amenazas de muerte por parte de numerosas personas a las que les debía dinero. Entre ellas, se encuentran el señalado barra de Boca Gustavo Iglesias y su hijo, Nazareno, quienes aparecen en audios amenazantes que el propio Pérez Algaba grababa y en los que le reclamaban una deuda en dólares.

Por el momento hay solo una persona detenida en la causa, una mujer trans identificada como Alma Nicol Chamorro, quien era la dueña de la valija en la que aparecieron parte de los restos del empresario el 22 de julio último y a quien se le imputa el delito de partícipe secundaria de homicidio.