Abuelo de Lucio Dupuy, el nene asesinado por su mamá y la novia: "Hay un antes y un después, muchos chicos se salvaron a partir de él"
EXCLUSIVA Comienza mañana el juicio contra la madre de la víctima y su pareja. La familia paterna espera que salga la ley que impulsaron para proteger a menores vulnerables. Ramón Dupuy, habló con cronica.com.ar, pidió Justicia por su nieto y que las imputadas sean condenadas a "prisión perpetua sin beneficios".
Mañana comienza el juicio por el crimen de Lucio Dupuy, el nene de cinco años asesinado en noviembre de 2021 en Santa Rosa, provincia de La Pampa. Serán juzgadas como coautoras su madre Magdalena Espósito Valenti y su pareja, Abigail Páez.
"Desde que se separó de mi hijo no la vi más a la asesina esta. Yo declaró el 6 de diciembre. Mañana lo hace mi hijo, no puedo entrar pero voy a estar ahí para acompañalo y contenerlo. No me quiero detener a pensar lo que va a ser el día que la tenga enfrente", comentó a cronica.com.ar, Ramón Dupuy, el abuelo de Lucio.
"Esperamos que les den prisión perpetua sin beneficios. Que esta vez la Justicia si actúe", sostiene y señala con indignacióm que ellas están detenidas en la misma celda. "Es una locura", agrega.
Ramón está en la Cámara de Diputados donde en una sesión especial, se busca que se apruebe el proyecto de ley que establece un Plan Federal de Capacitación de carácter continuo, permanente y obligatorio, en derechos de los niños, niñas y adolescentes, iniciativa que lleva el nombre de su nieto.
"Estamos esperando la media sanción de la ley. Se vota hoy y a la noche nos vamos para Santa Rosa para estar en la apertura del juicio", explica el hombre que aún no pudo hacer el duelo de su nieto ocupado en la búsqueda de Justicia, la misma que arrancó al nene de la familia paterna.
"Hay muchas cosas que se modificaron a partir de lo que le hicieron a Lucio. Hay muchos chicos abusados y vulnerados en sus derechos. Hay un antes y un después de Lucio. Muchos chicos se salvaron a partir de él", afirma Ramón.
"Hicimos una promesa en su lápida de luchar por los niños vulnerados. Por eso armamos la asociación civil. Hemos salvado a muchos. Hasta l final de mis días, hasta mi último suspiro voy a luchar para que no haya más Lucios en Argentina", asegura el abuelo y agrega: "Los chicos tienen que estar sobretodo. Nos falta emepatía, solidaridad con ellos".
Cuando se refiere a la imputada no la nombra o le dice la progenitora. Recuerda como fue que Lucio se quedó viviendo con ellos en General Pico. "Ella lo dejó con un año y meses para ir de mochilera con si novia. Después de dos años vino con la novia a buscarlo y la jueza Ana Clara Perez Ballester ordenó su restitución porque la madre es la madre. Si la jueza no se lo hubiese dado a la madre estaría vivo, ella firmó su sentencia de muerte", denuncia el abuelo.
"Lucio no reconoció a su progenitora, madre no se le puede decir. En dos años solo vino una vez para un cumpleaños y no volvió más hasta que se lo llevó", recordó.
El nene se fue a Santa Rosa con ellas, después llegó la pandemia, lo que impedía que el papá y los abuelos pudieran trasladarse.
"Toda la cadenda falló, los médicos, las maestras", sostiene el abuelo. Tras el crimen de Lucio se supo que había sido llevado varias veces al hospital, que tenía lesiones previas a su asesinato, sin embargo ninguna institución hizo la denuncia.
"Si yo hubiese sabido lo que estaba pasando iba de rodillas a buscarlo", dice con desesperación el abuelo.
"Lucio era amor, alegría, risas, juegos, estaba de buen humor de la mañana a la noche. Mientras estuvo von nosotros nunca lloraba", dice Ramón y agrega que ahora "hay sectores de la niñez que empezaron a trabajar de otra forma, que después de lo que pasó con Lucio se ocupan".
Nada quita el dolor de la ausencia, pero la familia lo transformó en lucha para proteger a otros chicos. "Yo lo tengo en un tatuaje en mi corazón, lo amé y lo voy a amar toda la vida a mi nieto. Extraño sus abrazos, esos abrazos eternos que me daba, su risa tan contagiosa, sus juegos", dice el abuelo que mañana estará conteniedo a su hijo en la primera jornada del jucio.