Por Marcelo Peralta Martínez
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La astronomía nos sorprende día a día, y esta inusual colisión entre astros y una región finita del espacio lo hizo una vez más. Este fenómeno, que fue captado por primera vez, ocurrió en un lapso de 10 días y fue registrado por un grupo de científicos quienes pudieron comprobar cómo se dieron dos colisiones entre una estrella de neutrones y un agujero negro, marcando así un hito histórico para la ciencia.

Con los citados hechos, ahora los expertos se pregunta si los conocimientos recabados deben ser revisados en comparación a lo que se sabía sobre cómo se forman las galaxias, las estrellas y más. No obstante, los registros de este acontecimiento cautivaron al público y más aun a investigadores que tendrán múltiples desafíos por delante.

Detalles

Si bien este evento era algo que la ciencia ya había adelantado que podría ocurrir, los expertos no tenían la certeza de cuando, ni con cuanta frecuencia. En principio la astronomía manifiesta que las estrellas de neutrones son “estrellas muertas que tienen una alta densidad. Solo para hacerse una idea de cuán densas son, basta decir que una cucharadita del material que compone una estrella de neutrones podría llegar a pesar cerca  de 4.000 millones de toneladas”.

En tanto, los agujeros negros son “objetos astronómicos con una fuerza de gravedad tan fuerte que ni siquiera la luz puede escapar de ellos”. De esta manera, según los expertos ambos son como “monstruos” cosmológicos.

Por su parte, para Sheilan Rowan, académica de la Universidad de Glasgow, en Escocia, las observaciones sobre el tipo y la frecuencia de las colisiones entre agujeros negros y estrellas de neutrones en los últimos seis años han creado un cuadro más detallado de las dinámicas que suceden en el interior de las galaxias.

Registros

Hace muy pocos días, fueron revelados los informes que dan cuenta de la citada situación. Así las cosas, el primer choque fue detectada el 5 de enero de 2020, cuando una estrella de neutrones, del tamaña de 1,5 más grande que nuestro astro solar impactó contra un agujero negro seis veces mayor a la magnitud del Sol.

Ante lo acontecido, los investigadores calcularon que exactamente 10 días después tuvo lugar el segundo choque. Esta vez se trato de una masa 10 veces superior al Sol, un hoyo negro (formación considerablemente más grande que las estrellas de neutrones) que chocó contra una estrella de neutrones de un tamaño similar a dos veces el Sol.

De esta manera, cuando colisionan objetos de esta envergadura, se crean bucles en la tela del tiempo que se conocen como ondas gravitacionales. Y esos bucles u ondulaciones son los que han detectado los científicos.

Documentos

El académico Vivien Raymond, profesor de la Universidad de Cardiff, especializado en astrofísica, brindó una entrevista exclusiva a la BBC en la que dio cuenta de todos los detalles de la investigación, cómo trabajó el equipo que integra y cómo son los próximos pasos a seguir tras el hallazgo. Adelantó que con los resultados ahora difundidos, “nos va a tocar reescribir nuestras teorías”, y subrayó ante medios británicos que todos los científicos destacan que es “fantástico, sorprendente”.

En tanto, Raymond agregó que “hemos aprendido una nueva lección. Cuando asumimos algo, después de un tiempo se suele probar que estábamos equivocados. Así que tenemos que mantener nuestras mentes abiertas y ver lo que el Universo nos está diciendo”.

¿Y AHORA?
BUSCAR RESULTADOS EN ANÁLISIS POSTERIORES 

La detección de ambos choques se publicó en la revista Astrophysical Journal Letters, y allí se establece que esta colisión implicaría que las estrellas y las galaxias se forman de una manera distinta a la que establece el marco teórico sobre la formación del cosmos conocido hasta hoy.

Según el citado informe este descubrimiento por ejemplo, podría conducir a otra serie de teorías, como la que asume que los hoyos negros y las estrellas de neutrones están, de hecho, juntas en el espacio, con una masa única, pero a la vez dividida o subdivida. Así las cosas, se cree (o creía) que las estrellas expulsan el material que llevan en su interior y esta explosión estaría relacionada con el equilibrio entre agujeros y estrellas de neutrones.

Es decir que las estrellas producen menos elementos pesados y los expulsan con menor fuerza de lo que se pensaba, lo que tiene diversas implicaciones en la observación del Universo.

Por último cabe señalar que ninguna teoría puede explicar a la perfección lo que los astrónomos ven en el cielo. Pero de acuerdo al profesor Vivien Raymond, muchas de las ideas pueden ser “adaptadas” para que encajen mejor en lo que ya sabemos.