Por Profesor Antonio Las Heras (*)
[email protected]

Suele creerse que el tema OVNIs comenzó a interesar a las fuerzas armadas de Estados Unidos, así como a los diferentes servicios secretos y de inteligencia, recién hacia los años 60 del siglo XX. No ha sido así.

En plena Segunda Guerra Mundial (1939 a 1945), esas extrañas naves ya eran objeto de atención. En especial los llamados “foo fighters”; pequeñas esferas luminosas que atravesaban los aviones de los aliados. Eran de apariencia metálica o bolas luminosas, que aparecían solas o en grupos.

Se caracterizaban por su alta velocidad y maniobrabilidad, más allá de las posibilidades desarrolladas tecnológicamente en aquella época; los relatos indican que podían acelerar o decelerar instantáneamente, o flotar estacionarios.

En principio se supuso que eran parte de las armas secretas con las que amenazaba Adolf Hitler. Pero, concluida la guerra, se comprobó que también las fuerzas del Eje se interrogaban sobre esas luminosidades esferoides que lucían como conformadas por hilachas de algodón que atravesaban, sin sufrir daño alguno, el fuselaje de las aeronaves, recorrían su interior y salían indemnes para desaparecer en la atmósfera.

¿Qué eran? Nunca hubo una respuesta clara y precisa. Que tenían direccionalidad y parecían tener algún tipo de guía inteligente, eso si quedaba claro, y preocupaba a ambos bandos. En 1947 pasaron muchas cosas, pero en especial cuando se conocieron varios hechos sobre “Planillos Voladores” (Ver recuadro). Lo que hay que entender es que prácticamente todo lo investigado oficialmente fue, desde un inicio, objeto de estricta censura.

Así ocurrió en el caso donde estuvo involucrado un alto oficial de la Fuerza Aérea yanqui; el Teniente General Nathan F. Twining (1897/1982-ver recuadro) y que era Jefe del Mando de Material Aéreo al momento en que fenómenos aéreos desconocidos comenzaron a hacer frecuentes apariciones sobrevolando suelo norteamericano.

Advirtiendo graves implicancias para la seguridad nacional del asunto, motorizó una exhaustiva investigación que quedó a su cargo. Donald E. Keyhoe (1897/1988) quien fue mayor de la Fuerza Aérea de Marina, aviador naval de Infantería de Marina y en 1957 designado director del Comité Nacional de Investigaciones Sobre Fenómenos Aéreos (NICAP), en su libro “Desconocidos del Espacio” (1973) explica en detalle qué ocurría a espaldas del pueblo estadounidense.

“Cuando los objetos voladores desconocidos hicieron su primera aparición se dio cuenta de las graves implicancias del asunto y se ordenó una investigación detallada a su mando. Tras tres meses de comprobación intensa y estudios técnicos, la opinión a la que llegó el AMC (Mando de Material Aéreo) fue solicitada por el General al mando de la Fuerza Aérea del Ejército (que luego se transformaría en Fuerza Aérea de EE.UU.).

El 23 de septiembre del 47, el Gral Twining contestaba al General en Jefe con una carta secreta, cuyos puntos salientes se transcriben a continuación: 1) Tal como ha sido requerido por AC/AS-2 se detalla la opinión de este Mando sobre los llamados “discos voladores” , en conferencia entre el personal del Instituto de Tecnología Aérea, la inteligencia, el jefe de la División de Ingeniería y los Laboratorios de Aeroplanos, Motores y Hélices de la División de Ingeniería.

Nuestra opinión es que:

a) El fenómeno informado es real y no es algo visionario o ficticio.

b) Hay objetos con forma aproximada de disco, de tamaño tan grandes como los aeroplanos.

c) Existe la posibilidad de que algunos de los incidentes fueran provocados por fenómenos naturales, como meteoritos.

d) Las características de operación informadas, tales como la capacidad extrema de ascensión, }maniobrabilidad y las acciones que se deben considerar evasivas cuando han sido divisados o contactados por aviones y radares, dan verosimilitud a la posibilidad de que algunos de los objetos sean controlados ya sea manual, automáticamente o a distancia.

e) La descripción común aparente de los objetos es tal como sigue:

1) Una superficie metálica o que refleja la luz.

2) Ausencia de estela, excepto en ocasiones, cuando pareciera, el objeto opera bajo gran rendimiento.

3) De forma elíptica o circular, planos en la parte inferior y redondeados en la superior.

4) Existen varios informes de vuelos en formación bien mantenida, de 3 a 9 objetos.

5) No suele haber sonido asociado, excepto en ocasiones en que se oyó un rugido apreciable;

6) Se estima velocidades de vuelo en horizontal por encima de 550 Km/h.

Y sigue así:

Se recomienda que:

a) El Cuartel General de la Fuerza Aérea del Ejército emita una directiva asignando una prioridad, una clasificación secreta y un nombre del código para un estudio detallado del tema y culmina en

b) Esperando una directiva especifica, el AMC continuará la investigación con sus actuales recursos. Y firma N. F. Twining. De su detallada lectura queda claro que ya en 1947, apenas concluida la guerra, tanto las fuerzas armadas como los servicios de inteligencia (y no sólo de EE.UU; todos los aliados estaban al tanto) ya tenían conocimiento y definido en el sentido que objetos de factura no humana y tampoco naturales recorrían la atmósfera terrestre con objetivos desconocidos. Tanto preocupó esto a los altos mandos que, lo primero que decidieron fue declarar el “top secret” sobre el asunto.

ALTO MANDO TWINING, UN HÉROE

Para que se tenga una idea de la importancia del Gral. Twining en la historia de los Estados Unidos, téngase en cuenta que su tumba está en el Cementerio de Arlington, lugar reservado a los próceres y héroes. Fue Jefe del Estado Mayor Conjunto y entre las numerosísimas distinciones que le fueron otorgadas señalaremos la de Comandante de la Legión de Honor (Francia), Caballero Comandante de la Orden del Imperio Británico (Reino Unido) y Medalla al Mérito (Egipto.) Tal la relevancia y prestigio internacional de quien firmó el informe sobre OVNIs, allá, a fines de los años cuarenta.

CLAVES

FUE CUANDO NACIÓ EL TÉRMINO “PLATILLO VOLADOR”

Cuando analizamos en profundidad este tema clave para comprender la problemática ufológica que continúa tan vigente en la actualidad, nos referimos a un año muy particular del siglo XX en relación a la visualización del Fenómeno OVNI: 1947.

Porque es preciso entender que fue el mismo año en que en los Estados Unidos tomó forma el término “flying saucers”, cuya castellanización deriva en la conocida descripción de “plato volador”, y cuya autoría le corresponde aL aviador civil Kenneth Arnold, cuando aquel 24 de junio de 1947 observaba un conjunto de objetos desconocidos volando ordenadamente en las cercanías del Monte Rainier, en el Estado de Washington.

Coincidencias o no, es el mismo año en que días después, el 2 de julio, se produjo el “Incidente Roswell”, aparente estrellamiento sobre la Tierra de un vehículo de otro mundo. En esos mismos días se mencionaba la caída de un objeto de origen desconocido en el Estado de Idaho.

De igual manera fueron denunciadas apariciones de “platos voladores” en distintos sitios de Europa: Italia, Francia, Gran Bretaña, España principalmente. O sea, una fecha en que el tema de las visitas de alienígenas estaba más que en el candelero de diarios, revistas y radios. Incluso varios diarios editados en Buenos Aires publicaron, en aquel julio de 1947, en sus tapas, títulos tales como “Aparecieron más platos voladores. En E.E. U.U. siguen investigando el misterio”.

Por eso para nada es de extrañar que las autoridades gubernamentales estadounidenses se interesaran específicamente por investigar estos alarmantes acontecimientos, y pusieran a un alto mando como el Tte. Gral. Nathan F. Twining al mando de dichas investigaciones.

FUNDAMENTAL
KEYHOE DESNUDÓ EL SECRETO


Jamás habríamos tomado conocimiento de la existencia de este documento secreto de 1947 que las fuerzas del ejército estadounidense, proclive a jugar al misterio en estas cuestiones, de no haber sido por la decisión del mayor Donald H Keyhoe, quien desde el principio mostró su objetividad, pero se reafirmó con el tiempo, al punto que resultó fundamental para desentrañar la verdadera trama del Fenómeno OVNI, al darlo a conocer, en aquellos primeros años, cuando la Segunda Guerra Mundial ya era historia y de uno y otro bando se preguntaban qué eran eso que veían volar.

Es interesante señalar que sus palabras nunca fueron desmentidas. Keyhoe, en declaraciones durante 1955, afirmó la existencia de lo que llamó un “grupo silencioso” que orquestó esta conspiración de silencio, cuando ya se lo tomaba como estudioso del fenómeno.

Y esto no deja de ser coincidente con aquello que, personalmente, me comentó el astronauta Edgar Mitchell (sexto hombre en pisar la Luna, miembro de la Apolo XIV): “Hay algo, como un grupo secreto, una logia, enquistado en los gobiernos, que se dedica a mantener el secreto, desacreditar a testigos e investigadores privados.”

Una extensa historia de ocultamientos, engaños, desmentidas, falsificaciones y tergiversaciones comenzaron entonces sobre aquello que era llamado “platos voladores” para continuar hasta la actualidad.

(*) Doctor en Psicología Social, fi lósofo y escritor. Magister en Psicoanálisis. Pte. Asoc. Arg. Parapsicología y de la Asoc. Junguiana Argentina