Uno de los casos más emblemáticos en España, que aún sigue siendo una gran incógnita, sucedió el 7 de febrero de 1966 en un pueblo de Madrid llamado Aluche. Por la tarde del domingo, varios vecinos del pueblo fueron testigos de un acontecimiento que cambiaría el lugar para siempre: un objeto volador no identificado (OVNI) decidió realizar una parada.

Frente a los sucesos, el diario de la zona, El Caso, se hizo eco de los acontecimientos y relató que "los testigos, sin duda quemados por tantas y tantas historias como se han dicho acerca de los platillos volantes, no han querido afirmar que se trate de uno de estos artefactos. Pero afirman rotundamente y coinciden en decir que no era ni un avión ni un helicóptero".

"El hecho concreto e innegable es que hay dos testigos y una porción de terreno chamuscado que hablan de la aparición de un extraño objeto volador ayer domingo en Madrid", relata el periódico que pudo acceder en aquel entonces al hecho clasificado como ufológico. Lo que llamó la atención del caso es que se informó que ni el observatorio de Madrid ni la torre de observación de Barajas habían registrado ningún objeto volante sin identificar ese día y a esa hora.

El caso Ummo era tan inusual y perfecto ante los acontecimientos que
algunos ufólogos se atrevieron a calificarlo como “el caso perfecto”.

Antecedentes

Tiempo antes de que ocurriera lo de la extraña nave, a una tienda situada en el sótano del café Lion, a pocos metros de la Plaza de Cibeles de la capital, habían comenzado a llegar mensajes mecanografiados remitidos por supuestos extraterrestres que decían ser un de un planeta llamado Ummo. En esa misivas, los ummitas compartían sus conocimientos científicos con los terrícolas, les hablaban de su planeta, les informaban de que algunos de ellos vivían en la Tierra junto con los humanos y que, además del aterrizaje de Aluche de 1966, una nave ummita sería visible unos meses más tarde en San José de Valderas, también en Madrid.

Para sorpresa de todos, aquellos mensajes eran ciertos. La tarde del 1º de junio de 1967, sobre los castillos de la localidad madrileña, apareció una imponente nave circular que, según indicaron los testigos que dijeron presenciarlo, mostraba en su panza el mismo signo con el que los ummitas firmaban sus comunicaciones. Se trataba de dos paréntesis enfrentados, unidos por una franja horizontal atravesada por otra vertical: )+(. Cabe destacar que en la actualidad en el terreno donde se encontraban los castillos hay un centro cultural y el museo del vidrio de Alcorcón.

Un relato en off

Pasadas tan sólo unas pocas horas luego del acontecimiento de la aparición de la nave, Antonio San Antonio, periodista del diario Informaciones, recibió una llamada en la redacción del diario. Una persona, la cual no quiso dar a conocer su identidad, dijo ser testigo del hecho y haber tomado imágenes del objeto volador. El hombre comentó que en caso de querer adquirir las fotografías, estas se encontraban en una tienda de la zona de Carabanchel. El periodista se desplazó hasta allí, recogió el sobre con los negativos y publicó las fotografías en el diario con el título: "¿Platillos volantes sobre Madrid? Centenares de personas los vieron ayer en las cercanías de la capital". La nota fue furor, pero a la vez produjo enormes dudas.