La familia confesó a un medio local que no les quedó otra. Era dormir afuera del establecimiento, o pasar las noches en la calle. Un espíritu invadió su departamento en Francia y ya llevan más de un mes durmiendo en una carpa en el balcón. Todo comenzó cuando detectaron fenómenos paranormales y decidieron contactar a una Medium, profesional en comunicarse con seres del más allá. 

Se trata de una pareja de Replonges, Francia, con dos hijos. Luego de que la vidente les confirmó la presencia espiritual maligna en el hogar decidieron poner una carpa y dormir en el balcón hasta encontrar otra vivienda. Se trata de un espíritu mujer que quiere que abandonen la propiedad. Para lidiar con la situación, hasta el momento viven a la intemperie, como si estuvieran en un camping, pero en su propio departamento.

"Comenzó con sombras negras", contó Patricia, la dueña de casa, al medio francés de Le Progres. "Luego fue a más: la luz se apagaba aleatoriamente, la televisión se encendía sola, el teléfono se congelaba sin motivo, la vajilla hacía ruidos extraños...", añadió. Patricia, David y sus dos hijos se habían mudado al departamento ubicado en el parque social de Semcoda, en Replonges, en septiembre del 2020, por lo que no llevan ni siquiera un año allí. 

Patricia aseguró que la primera en darse cuenta que pasaban cosas extrañas fue su hija. La pequeña notó fenómenos paranormales a los pocos meses de la mudanza y trató de convencer a la familia, que al principio lo negaban. 

La pareja convocó a un "magnetizador", una médium que usa energía magnética para detectar espíritus y tras realizar un exhaustivo relevamiento de la propiedad constató que estaba embrujada. Su veredicto fue que allí habitaba un espíritu "atrapado" de una mujer del siglo XIX que quería que se fueran de inmediato.

El apartamento fue construido en 2016 dentro de un terreno que anteriormente albergaba un hangar. El establecimiento no tenía informes de inquilinos anteriores, pero el arrendador social y la empresa que gestiona el parque social Semcoda niegan el hecho de que esté embrujado, así como toda actividad paranormal en el edificio. 

Patricia se quejó que esta situación hizo que tengan que vivir "como indigentes" y ha sido así porque no pueden permitirse el lujo de mudarse a otra casa. Como David padece una discapacidad, les resulta imposible conseguir una plaza fuera del programa de asistencia social francés.