A propósito de la serie El Reino, el poder de los evangelistas y su relación con la política no es nuevo. Más allá de su vocación hacia la fe, la cúpula de los creyentes en el país suele apostar por candidatos para trasladar sus ideas al Congreso Nacional. O quizá a alguna intendencia o legislatura provincial.

Es por eso que la ex boxeadora Alejandra "Locomotora" Olivera aspira a una banca, por el partido UNO (una nueva oportunidad). Su jefa política hoy es la diputada provincial por Santa Fe, Amalia Granata, quien se alejó de la iglesia católica y se unió a la evangelista, gracias a su amistad y socio militante antiaborto, Walter Ghione, quien es un pastor evangélico de Rosario, una de las ciudades donde más creció este fenómeno religioso.

Hay más de 400 iglesias en todo el territorio santafesino. Ghione fue aliado de Juntos por el Cambio, el frente que postuló a Mauricio Macri para las elecciones nacionales de 2019 y en la cual triunfo Alberto Fernández.


También quiere un lugar en la legislatura rosarina la polémica candidata Silvia Canterella, quien en su campaña proselitista promueve el uso de chalecos antibalas de fabricación casera para hacerle frente a la delincuencia.

Más allá de estas nuevas caras de la política nacional, ya hay en el Parlamento una diputada de fuerte vínculo con los evangelistas. Se trata de la porteña Dina Rezinovsky, quien se convirtió en legisladora al entrar en el octavo lugar de la lista de Juntos Por el Cambio. Rezinovsky fue una de las diputadas que más resistencia mostró a la ley del aborto y a la Educación Sexual Integral (ESI). 

La provincia de Buenos Aires también tiene un intendente evangelista. Se trata de Pablo Petrecca, de Junín, uno de los referentes del Pro más importante de la zona.

No sólo en el país la relación entre los evangelistas y los políticos es importante, ya que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro es uno de los casos más emblemáticos de este tipo de combinación. La Iglesia del Reino de Dios hizo público su respaldó a la candidatura del ex militar.

O el caso de Carlos Alvarado, primer mandatario de Costa Rica, también un hombre de fuerte vínculo con los evangelistas. Pero quizá, el pastor que más hizo para fomentar este vínculo fue el argentino nacionalizado estadounidense, Luis Palau, quien falleciera en marzo de este año en Oregon. Palau respaldó la candidatura del ex presidente Donald Trump y uno de los evangelistas más reconocidos en el mundo.

Por C.S.