La opinión de un jubilado: "Qué triste está mi país"
La columna de Jorge Dimuro.
"Este país no tiene salida", reza una de las frases más repetidas por los argentinos y las argentinas. La mayoría de los ciudadanos están muy preocupados, muy tristes, con pronósticos o cálculos aterradores, ya que no ven salida alguna a lo que nos está sucediendo.
Jamás había oído comentar a mis pares, que "si no fueran tan viejos, pobres o cobardes ya se hubieran ido al exterior". Por lo tanto, con mucho dolor y tristeza, deben alentar a sus hijos y nietos a que sí lo hagan, porque muchos lamentan la falta de dinero, la falta de posibilidades y la falta de futuro para todos ellos.
Desde hace algún tiempo, no escuchaba a la gente decir o creer que “esto no se arregla más”, que desde hace muchísimo tiempo venimos hablando de que la Argentina es una calesita o un carrusel reavivado con la maldita crisis del dólar, la inflación, la llegada del Fondo Monetario, algo que deja a muchos argentinos sucumbidos, sufriendo la rara nostalgia de que su futuro sin ninguna duda va a ser igual o peor al pasado más difícil que le tocó vivir.
Estamos soportando un presente con muchos aprietos y penurias, con aumentos de las cosas prácticamente todos los días, que ha llevado a una brutal baja del consumo, con una gran cantidad de empresas que tienen que cerrar sus puertas, provocando esto la perdida de muchos puestos de trabajo, trayendo en consecuencias y a tener que condenarnos a la mayor de las crisis, la pobreza y la indigencia y quienes dirigen los destinos del país.
No reconocen, que parte de ella también les corresponde por ineptitud, por políticas mal implementadas y no decir, que la culpa es producto del robo y despilfarro del gobierno anterior y de la pandemia que estamos viviendo y no haciéndose cargo también ellos de lo que está sucediendo.
Este panorama nos lleva a la mayoría del pueblo argentino y con gusta razón a gritar nuestro pesimismo, pero creo que hay una forma de poder revertir esta situación, y esa puede ocurrir en las próximas elecciones a través del voto, que cuando estemos dentro del cuarto oscuro, votemos con la cabeza y no con el corazón, para desterrar de una vez por todas a esta casta política de ineptos y corruptos que nos a llevado a lo más bajo de un país, condenando a su pueblo a la pobreza, a la indigencia, a la desigualdad y a no poder concretar y a no poder realizar un futuro mejor para nuestra patria, para nuestras familias, para nosotros y para poder decirles aquellos que emigraron y con orgullo a todo el mundo ¡Si vieras qué linda y alegre que está mi Argentina!