Tuvimos que escuchar por televisión que éramos “amarretes” porque solo podíamos comprarles 10 dólares a nuestros nietos; también nos trataron de “caranchos” por reclamar nuestros legítimos derechos. Además, nos vetaron el 82% móvil y nos apelaron los juicios para que el Estado no nos pagara.

Se creó una ley de reparación histórica para reconocer la deuda que tenían con nosotros y nada de esto ocurrió ya que para acceder necesitábamos firmar un acuerdo donde se nos ofrecía migajas de lo que realmente teníamos que percibir. Mientras tanto, los jubilados estábamos cada vez peor, con el agravante de una ley previsional que nos perjudicaba, dando muestras de que no les importaba la situación de los jubilados ya que una autoridad máxima del país no sabía de cuánto era el salario que cobrábamos de mínima.

Después vinieron nuevamente las campañas y nos prometieron que iban a recomponernos los salarios. Nos afirmaron que apenas subieran nos iban a otorgar un aumento del 20% y que lo iban hacer a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad. Nada de eso ocurrió.

Dijeron que iban a derogar la ley de movilidad existente ya que era perjudicial y la reemplazarían por otra que verdaderamente reconozca los aumentos que nos merecemos. Pero, ¿qué paso? Nos volvieron a perjudicar, llevando con sus índices de aplicación a seguir teniendo un sueldo de migajas que nos conduce a la pobreza e indigencia a millones de jubilados.

Desde hace varios años, Jorge Dimuro es el conductor de La Voz del Jubilado.

Nos intentaron convencer que, entre los bancos y los jubilados, ellos nos preferían ya que en vez de seguir pagando intereses en la emisión de bonos volcarían esa plata en beneficio nuestro. Otra vez, nada de eso ocurrió ya que se siguen emitiendo bonos quedando entonces bien claro que, entre los jubilados y los bancos, ellos prefieren a los bancos.

Nos sacaron del Fondo de Garantía el importe de diez mil millones de pesos que era aplicado a las migajas que nos dieron por la Reparación Histórica porque decían que se corría el riesgo de desfinanciar al mismo. Salieron a prestar para financiar empresas y provincias con intereses irrisorios que nunca devolvieron por las prórrogas para que eso ocurra.

A su vez, nos toman del mismo para hacer obras con cifras siderales en los lugares que residen los futuros candidatos, usándolos como campaña cuando se presenten en las listas a elecciones para lograr sus egos y ambiciones personales.

Prometieron que a través de una ley el Estado se iban a hacer cargo de darnos a todos los jubilados remedios gratis y esto no fue así ya que el mismo salió a través de un Decreto de nuestra propia obra social.

Nos dan limosnas en vez de reconocer nuestros derechos, mientras la casta de políticos y funcionarios incrementan sus sueldos y dietas en cien mil pesos más, sin ponerse un poquito colorada la cara de vergüenza.

Después dicen que se preocupan por nosotros, los viejos, que tenemos derechos de vivir dignamente. Creo que cuando vuelven a escucharse lo que dijeron ni ellos se lo deben creer. Y nosotros lo sabemos ya que no somos ni estúpidos ni tontos. Tenemos conocimientos y memoria de las mentiras que ustedes pronuncian.

Hemos trabajado incansablemente y aportado como corresponde para que cuando nos llegue el momento de jubilarnos podamos acceder a una jubilación digna y no que se nos trate como se nos trata de que somos una carga para las arcas del Estado. Que también digan que los que padecen diabetes somos enfermos ricos y que la Organización Mundial de la Salud quiera declarar e imponer que la vejez es una enfermedad.

Muchos de nosotros, los adultos mayores, sufrimos las más terribles consecuencias que le puede ocurrir a un ser humano, la muerte a consecuencia de esta maldita pandemia. Parte de ella también es responsabilidad de ustedes que no supieron tomar en forma urgente las medidas para que esto no ocurra, implementando políticas en salud no acorde a las circunstancias. Aun así, ¿no tienen la más mínima intención de pedir disculpas a todos esos familiares que perdieron algunos de sus seres queridos?

Por eso lo menos que tienen que hacer es reconocer que se equivocaron y a no seguir mintiendo, decir que son los únicos responsables y que si les queda un poquito de honestidad, responsabilidad y vergüenza, no vuelvan a presentarse más como candidatos en las listas y no aceptar cargos ni funciones para no seguir haciéndoles más daño al pueblo y a su gente.