La opinión de un jubilado: "Hay abuso y maltrato en la vejez"
Por Jorge Dimuro.
El 15 de junio pasado se celebró el "Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez", una fecha que hizo oficial la ONU y cuyo objetivo es el de denunciar y concientizar el maltrato, el abuso y el sufrimiento al que son sometidos en muchas partes del mundo muchos ancianas y ancianos.
La familia y la sociedad en su conjunto deberían prevenir y detectar precozmente e instalar las acciones de resguardo, como así también la reparación de los vulnerados derechos que sufren a través de la violencia los adultos mayores.
Pero sería importante para coordinar y articular que entre todos los sectores ya sea profesionales, instituciones y organismos de gobiernos tengan la solidaridad, la sensibilidad y el compromiso necesario para realizar acciones para que esto no ocurra.
Las personas mayores no deben ser tratadas como personas invisibles o impotentes, sino reconocidas por sus diversas experiencias y las múltiples formas en que están contribuyendo a superar esta y todas las crisis que sufrimos.
En todo el mundo no se notifica suficientemente el maltrato que reciben las personas de edad avanzada, siendo un problema social que existe en todos los países en desarrollo y desarrollados, existiendo en pocos países en desarrollo, tasas de prevalencia y estimaciones. Por este motivo y para que se centre a través de una respuesta mundial indiscutible, su importancia social y moral es la protección de los derechos de las personas mayores.
Mientras no haya y no estén bien preparados, viéndolo desde una perspectiva social sanitaria, como así también los distintos sectores de atención primaria de salud y de los servicios sociales, el maltrato a los ancianos seguirá estando semioculto.
Si solamente va a ser un día donde se invite a la sociedad en general a reflexionar sobre el problema que se le ocasiona al adulto mayor ya sea en salud, físicos y mentales, convirtiéndolos en víctimas de acciones que perturban daños o angustias, nos estamos equivocando el camino ya que las personas mayores son discriminadas y excluidas socialmente a diario, no solamente afectando su salud, sino también en otros derechos humanos que lo padecen millones y millones de personas mayores en todo el mundo, que lo podríamos definir como un problema social mundial y por lo cual por parte de la comunidad internacional requiere y debería prestarse la atención debida que se merece.
Por eso hay que destacar que para tomar conciencia y reflexionar un día no es suficiente para hablar sobre el maltrato y abuso de los adultos mayores. Es necesario que todos los días del año para que sientan una acaricia al cuerpo y el alma, sientan el respeto, la solidaridad, el cuidado y sobre todo el afecto, reconocimiento y gratitud, lo sea a través del logro del buen trato.
Los adultos mayores fueron y son los cimientos de un país, son nuestras raíces, los pilares fuertes de nuestras familias, son los padres y abuelos y son los que nos acompañan a crecer y transitar por la vida.
Debemos estimularlos más allá de la edad que tengan e incluirlos en el entorno familiar, social y comunitario y de esta manera a contribuir al encuentro con niños, jóvenes y personas mayores para afianzar su autoestima. Nosotros y ellos nos necesitamos, por eso debemos cuidarlos y potenciar el buen trato.