Por La Chica Urbana 

@ChicaCronica

Capítulo 25

¿Por qué alguien podría sentirse superior a otro? ¿Qué argumentos posibles podrían fundamentar tal pensamiento? ¿Eso es real o es una construcción basada en prejuicios condicionados por la arrogancia y la ignorancia?

La xenofobia, el racismo, la misoginia, son expresiones de odio. El odio a los otros. Y ese odio por suerte es repudiado. El mundo ha cambiado, al menos en algunos sitios, y eso muestra un crecimiento, un avance, un cambio… ¿O seguimos siendo los mismos a lo largo de los años? Posiblemente no, pero el odio podría seguir siendo el mismo.

El odio que alguna vez creímos ejercer con impunidad, hoy debería hacernos sentir avergonzados. Por haberlo sentido y no por haberlo convertido en palabras. No es lo que se ve en el frente lo que aturde sino lo que no se deja ver en el fondo.

Uno de los tantos tuits que salieron a la luz de Pablo Matera, el capitán de Los Pumas

Lo que se puede escribir con la mano no se borra con el codo. No alcanza. No sirve maltratar y pedir disculpas. No se debe maltratar y punto. . 

El mundo rechaza el nazismo pero al parecer ese sentido de superioridad sigue existiendo. Y es ese sentido de superioridad lo que sigue doliendo y atormenta. Tu color de pelo no te hace superior, lo que lleves puesto no te hace superior, el dinero no te hace superior. Nada te hace superior.

Varios integrantes del Seleccionado Argentino de Rugby,  Los Pumas, fueron criticados por tuits que publicaron hace unos ocho años en las redes sociales. Casi una década después salieron a la luz y fueron repudiados por distintos organismos de Derechos Humanos y personalidades del deporte.

Cuesta pensar que así pensaban o piensan todos los rugbiers. Cuesta ser prejuicioso y generalizar. Cuesta pensar así pero por alguna extrañísima razón sucede.

Pero no son solo Los Pumas y sus tuits. Somos todos en las redes sociales. Somos todos enfocados en los otros marcando qué decir, qué pensar, cómo vestir, cuánto pesar, cómo lucir para “pertenecer”. ¿Para pertenecer a qué o a dónde?

Los tuits discriminatorios de Pablo Matera el capitán de Los Pumas fueron publicados en 2012. 

El odio no distingue, el odio es odio. No es el lugar de nacimiento lo que define a una persona. No es color de piel, no es el dinero y mucho menos el poder. Lo que se define como valores, no debería estar ni siquiera ligado a esas razones. Ese nunca debería ser el termómetro, pero lamentablemente eso sucede.

No es el chiste, no es la ironía, no es la broma lo que define la agresión. No son las palabras sino el contenido de las palabras que siempre son referidas a un otro en cuestión, a otro ser en la mira, otro foco de asedio.

Las agresiones duelen. Duelen a todos por igual. Lastiman sin límites y muy pocas veces se sabe hasta dónde verdaderamente pueden llegar a herir. Ese debería ser uno de los tantos parámetros que sí deberían ser medidos por el termómetro.

Esas palabras que hirieron no hirieron por las palabras, hirieron por el sentimiento que se leyó detrás. Ese pensamiento que sigue vivo aún después de varios años. Una forma de pensar que hoy es repudiada por una sociedad que está rompiendo un camino establecido por décadas o siglos. 

En contra de los tuist de  Pablo Matera, Guido Petti y Santiago Socino, integrantes de Los Pumas, se pronunció el INADI y la Secretaría de Deportes de la Nación. 

Esa forma de pensar hizo y sigue haciendo daño. Combatirlo, enfrentarlo y disciplinarlo es la manera de deconstruirlo. Transformar el odio en amor es lo único superior en este juego.

Dejar atrás los malos actos sin revisar si efectivamente hemos cambiado, es superfluo, es un maquillaje que se pone por encima para que no se vean las verdaderas profundidades.

¿No somos así? Demostrémoslo.  En cada acción, en cada palabra que pronunciemos, en cada gesto que tengamos con los otros. Salgamos de ese pequeño mundo en el que vivimos cada uno de nosotros y veamos más allá de nuestro ombligo. Porque fuera de él, hay otros que viven, sufren y sienten de la misma manera que todos sentimos.

Si no revisamos hacia dónde van nuestros pensamientos, nuestros actos y nuestras palabras, jamás podremos descubrir su efecto completo. En la parcialidad de nuestra subjetividad el mundo es muy pequeño. 

C.U.

Los tuits discriminatorios de Los Pumas por Crónica HD