El reclamo de un jubilado: "Somos los eternos olvidados"
Por Jorge Dimuro.
Todos los gobiernos de turno dicen y se jactan de haber sido los únicos que se han preocupado y ocupado por los integrantes de la clase pasiva, pero la única verdad y la realidad dice algo distinto.
Lo único que se ha hecho hasta ahora es darnos migajas con fórmulas que no reflejan la realidad y la necesidad de los jubilados, que corremos contra la inflación en una carrera desigual, mal entonces se puede hablar de aumentos o de mejoras de las jubilaciones en el significado lato de la palabra.
Y es tan cierto lo que expresamos que continuamente se reflejan y se dan a conocer las conclusiones demoledoras que distintos especialistas en la materia acusan el desfasaje desde hace muchísimos años venimos sufriendo nosotros, los jubilados.
Es vergonzoso y tan insignificante la mejora que nos dieron del 12,11% para el último trimestre del año 2021 que ya se evaporó debido a este proceso inflacionario que nos corre todos los días los bolsillos de los jubilados y que al ritmo que llevamos, ya estamos casi en la indigencia.
Nos seguimos preguntando por qué tanta saña con nosotros, por qué tanto olvido y por qué estamos ausentes en la agenda de todos nuestros representantes.
Esto no debería ocurrir porque somos los únicos que podemos reclamar legítimamente, porque hemos trabajado y aportado durante muchísimos años, mientras que ustedes solo saben vivir de lo que les da el Estado, ya que no saben ni conocen lo que es la cultura del trabajo ni el esfuerzo que todos los días hacen millones de argentinos concurriendo a sus lugares de trabajo para mantenerlos a todos ustedes, que son un verdadero flagelo para el país.
Hay algunos que dicen que nosotros los jubilados somos una carga o un gasto, no personas que merecemos derechos porque trabajamos toda la vida.
Las ilusiones tanto de hoy como ayer de que la clase jubilada del país cuente en sus pensiones, con aumentos equitativos, racionales y justos, se ha quedado en eso: ilusiones.
Ante organismos internacionales, muchos dijeron llenándose la boca que se terminaba el calvario y peregrinajes de nosotros, los jubilados, con todo derecho a exigir y con todo derecho a un mejor trato en nuestras pensiones, pero solamente lo decían de la boca para afuera, porque nada de eso ocurrió, convirtiéndose en una infame mentira y engaño.
Por eso le pedimos que no nos llamen jubilados, sino simplemente "los eternos olvidados".