Me pregunto por qué todos los gobiernos de turno mantienen las continuas intervenciones de nuestra obra social y cuando se propone la normalización y límite legal de 180 días, no se ejecuta correctamente. Eso es un total desprecio a todos nosotros, que hemos trabajado durante toda la vida. 

También está claro que no permiten, por una clara decisión política, la participación de trabajadores, jubilados y representantes del poder ejecutivo. Sabemos que en conjunto se podría lograr el normal funcionamiento del organismo y así poder brindar las prestaciones de salud y sociales que necesitamos y nos merecemos. Sin embargo, todos los jubilados del país no podemos acceder al pleno goce de calidad de vida.

Por eso, señores políticos, lo que estamos solicitando de una vez por todas es la normalización de nuestra obra social, la de los jubilados y pensionados. Consideramos que no es un tema menor para toda la sociedad que el sector de la tercera edad o de los ancianos esté "bien representado".

Sepan ustedes que no es un sector cualquiera y que, como dijo un ex presidente, los niños y los jubilados son los únicos privilegiados. Dicho esto, van a tener que devolvernos a todos nosotros la calidad de privilegios y no la que estamos viviendo y sufriendo.

Siempre fuimos unos eternos postergados y olvidados. Pero si eso alguna vez cambia, se verá la tan ansiada y proclamada justicia social y la dignidad a todos los trabajadores pasivos. Por último, quiero convocar con toda humildad y sin ninguna pretensión personal a todos los jubilados del país a unirnos para reclamar que por legítimo derecho nos corresponde la normalización de nuestra obra social.