En su último día en Rusia, el presidente chino, Xi Jinping, mantuvo una reunión con su par Vladimir Putin en la que profundizaron su alianza ante las potencias occidentales en medio de la guerra de Ucrania. Además, firmaron acuerdos de cooperación bilateral en agricultura, tecnología y medios de comunicación, entre otras áreas.

Los mandatarios buscaron demostrar unidad para contrarrestar la influencia internacional estadounidense, expresaron sus inquietudes por la expansión de la OTAN y acordaron estrechar lazos entre ambos países.

Xi recibió una despedida oficial encabezada por una guardia de honor que tocó los himnos nacionales de Rusia y China, antes de despegar del aeropuerto moscovita de Vnukovo.

Durante la visita, los líderes y sus delegaciones firmaron documentos de cooperación bilateral en áreas como agricultura, silvicultura, investigación básica científica y tecnológica, regulación del mercado, y medios de comunicación.

La visita del líder chino evidencia el apoyo a Putin, quien enfrenta un pedido de captura de la Corte Penal Internacional (CPI) por denuncias de deportación ilegal a Rusia de niños ucranianos de zonas de Ucrania ocupadas por tropas rusas. Cabe destacar que ni Estados Unidos, ni China ni Rusia reconocen la jurisdicción de la CPI.

Putin afirmó estar abierto a negociar con Ucrania y alabó la propuesta de paz de 12 puntos presentada por China el mes pasado, que reclama diálogo y respeto por la soberanía territorial de todos los países.

"Numerosos puntos del plan de paz propuesto por China (...) pueden servir de base para una solución pacífica, cuando Occidente y Kiev estén dispuestos a ello. Pero no vemos por el momento disposición por su parte", aseguró el mandatario ruso.

Los líderes y sus delegaciones firmaron documentos de cooperación bilateral.

China medió activamente en la reciente reconciliación diplomática entre Arabia Saudita e Irán, pero conseguir un acercamiento entre Rusia y Ucrania le será más difícil, según analistas internacionales.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, explicó que había invitado a China a dialogar, pero que todavía espera "una respuesta".

Por su parte, Estados Unidos ya rechazó la propuesta de paz de China para Ucrania porque favorece a Rusia al no exigir la retirada de las tropas soviéticas de las regiones ucranianas que ocupan, y que Moscú se anexó el año pasado.

Este miércoles, el vocero de Putin dijo que a Rusia no le sorprendía la reacción "hostil" de los países occidentales a la cumbre entre Putin y Xi. "En lo que respecta a la reacción de los países del colectivo occidental, el hecho de que sobre todas las cuestiones fuera de naturaleza inamistosa y hostil no es una noticia para nadie", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

Xi aseguró que las relaciones entre ambas naciones "entran en una nueva era" y Putin celebró "las posibilidades y perspectivas ilimitadas" de su cooperación. El mandatario ruso afirmó que las negociaciones fueron "significativas y sinceras" y que su país, tras haber perdido gran parte de su mercado europeo, podía satisfacer la "creciente demanda" de energía del gigante asiático.

En una declaración conjunta, los dos aliados expresaron su preocupación por el "creciente refuerzo de los vínculos entre la OTAN y los países de la región Asia-Pacífico" y acusaron a la Alianza Transatlántica de "socavar la paz y la estabilidad regionales".

En paralelo al viaje de Xi, el dirigente de otra potencia asiática, el primer ministro japonés Fumio Kishida, viajó el ayer a Kiev y se reunió con el presidente Zelenski. "Nuestras conversaciones con el señor Kishida fueron bastante productivas", manifestó el líder ucraniano.