El hecho ocurrió en Boston, Massachusetts, cuando Emmelina Austin visitaba el zoológico Franklin Park junto con su esposo Michael y su bebe Caynon, de cinco meses. En el medio del paseo, la familia llegó al recinto de los gorilas y Emmelina sostuvo a su pequeño cerca del vidrio que la separaba de los primates.

En ese momento, Kiki, una curiosa gorila de 39 años se vio conmovida por la criatura y le regaló a la familia un muy tierno momento. Se quedó sentada varios minutos observando detenidamente el pequeño  Caynon y de vez en cuando golpeaba el cristal. parecía intentar tomar la mano del bebé.

Así la gorila observaba al bebito