La curiosa historia de un cartero de Reino Unido causó furor en las últimas horas. El trabajador formó parte de la misma compañía por 28 años, pero fue despedido hace poco por entregar un paquete tan solo 1 minuto tarde.

Robert Lockyer es un cartero de Royal Mail, la empresa de servicio postal del Reino Unido, fue despedido en Ashford, el condado de Kent, luego de llegar tan solo un minuto tarde a una entrega especial. 

El suceso había ocurrido en el año 2018, pero luego de algunos años es que fue reportado por la prensa y logró difundirse la historia de Lockyer.

El cartero, quien trabajó como cartero por casi 3 décadas,  tenía asignada la tarea de entregar un paquete crucial en un banco a las 13.00 horas. Aunque llegó al lugar de destino a las 12.56, se encontró con una cola en el banco debido a que estaban atendiendo a algunos clientes. No fue hasta las 13.01 cuando finalmente el empleado del banco estampó su firma en el formulario de recibo.

El minuto de retraso fue considerado por la gerencia de la empresa como una "conducta grave" y fue suficiente motivo para despedir a Lockyer el 12 de septiembre de 2018.

Lockyer, quien a lo largo de su carrera había entregado puntualmente alrededor de 1.500 envíos especiales, decidió llevar su caso ante la Justicia para impugnar su despido.

Sin embargo, las cosas no se inclinaron a su favor en el tribunal, ya que quedó constatado que no era la primera vez que el trabajador inglés violaba las normas laborales. Es más, tenía dos infracciones previas en su historial y había sido advertido de que cualquier otra falta grave implicaría la pérdida de su empleo.

A pesar de su largo servicio y su dedicación, el cartero no pudo evitar la triste conclusión de una carrera de 28 años con Royal Mail.

La historia de Robert Lockyer se convirtió en un caso que generó debates sobre la severidad de las sanciones laborales y la importancia de un trato justo para los empleados con una larga trayectoria en una empresa. 

El despido de un trabajador tan experimentado como el de este caso por un retraso de solo 1 minuto fue un ejemplo polémico de cómo las normas estrictas pueden afectar a individuos con una trayectoria impecable.