"Sobran bares como este": la brutal reseña de un cliente que se viralizó en Twitter
Sucedió en España. El comensal dejó una colorida crítica al local que le cobró el equivalente a $1200 pesos por una cerveza y un vino con soda.
Los precios elevados pueden provocar todo tipo de reacciones, sobre todo si no los esperábamos. Un comensal español decidió canalizar el enojo que le provocó los inauditos precios de un bar en una reseña tan imaginativa que, en las últimas horas, se volvió viral en Twitter.
Según explica en el extenso texto, el cliente insatisfecho había salido de copas con unos amigos por la ciudad de San Sebastián, una localidad española conocida por sus bellas playas y repleta de restaurantes famosos a nivel mundial comandados por chefs innovadores. Su tradición gastronómica se extiende a los bares de la zona, generando una expectativa alta que no se llegó a cumplir para nuestro comensal.
"Si eres miembro de la nobleza este es tu 'bar'", comenzó su brutal crítica el cliente. Su primera queja fue hacia el precio del kalimotxo, una bebida popular entre los bares del país europeo que consiste de vino tinto y Coca-Cola. Si bien se trata de un trago común, el comensal aseguró que, por el precio del local, parecería "hecho de una mezcla de Vega Sicilia Único de 1962 y la primera receta de Coca-Cola fabricada y embotellada a mano por el propio John Sitith Pemberton".
El cliente usó metáforas similares para comparar el precio de la cerveza, que cobraron "como si te la trajera personalmente un monje trapense de una abadía belga", servida "en vasos dorados y con incrustaciones de diamantes fabricados por alquimistas de la edad media".
Hay que admitir que esta reseña es como mínimo original �� pic.twitter.com/z39OLv8ObZ
— Soy Camarero (@soycamarero) January 30, 2022
Finalmente, el enfurecido comensal detalló un inaudito pedido por parte de los encargados del local: "Nos 'obligaron' a pagar al momento poniendo la excusa que los fines de semana la política de tan elitista y distinguido 'bar' era de ese modo por la gran afluencia de nobles, aristócratas e infantes, cuando en el 'bar' y en la terraza había cuatro personas contadas, no vaya a ser que al ver la cuenta hubiéramos echado a correr en nuestros imponentes corceles (que no nos sobraron ganas de hacerlo)".