Los años pasan para todos, incluso para las personalidades mundiales más odiadas, queridas y polémicas del mundo. En esta ocasión es el turno de Vladimir Putin, quien con sus 69 años a cuestas ya parece haberse hecho varias cirugías estéticas y retoques en la cara para mantener ese semblante de hombre vigoroso que, hoy en día, lo tiene como el principal villano del mundo.

Desde la prensa inglesa, fiel a su estilo y su línea editorial contra todo lo que haga Rusia -más allá de la deplorable actitud de comenzar una invasión y guerra contra Ucrania-, los periodistas británicos especularon sobre la cantidad de retoques estéticos que se hizo el mandatario con sede en el Kremlin. 

"Parece una vela que se derritió y luego se endureció", bromeó Lorraine Kelly, una periodista y presentadora de televisión escocesa en relación con los cambios fisonómicos poco naturales en la cara de Putin.

Si vemos fotos de hace unos años, nos damos cuenta de que, evidentemente, su fisonomía mutó a lo largo del tiempo. No obstante, lo curioso no son los cambios naturales por la edad del gobernante, sino de ciertos cambios provocados por el "bisturí y el cuchillo".

El primer cambio en su cara fue percibido en 2011, cuando el presidente ruso llegó a una reunión en Kiev con los ojos morados, como si tuviera un moretón algo púrpura mezclado con amarillo verdoso. Luego de ese momento, la cara del mandatario dejó de ser alargada y llena de arrugas, para convertirse en una más redonda y lisa, lo que provocó que su semblante sea el de una persona un poco más amigable y menos temerosa. Solo un poco.

Si bien muchos especialistas estadounidenses dijeron que Putin se había puesto botox en los párpados, en los pómulos, frente y se hizo un estiramiento de ojos, el exsecretario de Relaciones Exteriores inglés, Lord David Owen, afirmó que el presidente de Rusia sufrió los cambios por el consumo de esteroides.

"El contorno facial de Putin cambió claramente a lo largo de los años y, aunque la forma de nuestra cara puede volverse más delgada con la edad, la suya es notablemente más ancha y regordeta", dijo el cirujano Gerard Lambe a The Sun, tras ver a Putin en los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi. 

"En imágenes de hace años, ciertamente se ve mucho más demacrado y escarpado, pero se ha trabajado un poco para crear un contorno juvenil y más completo con rellenos", agregó.