Pocas franquicias de los años 90 tuvieron el impacto que tuvo Jurassic Park. El clásico del afamado director y guionista Steven Spielberg trajo a la pantalla grande a los dinosaurios como nunca los habíamos visto, generando miedo y curiosidad en adultos y niños por igual. Y todo aquél que disfrutó de la tira de ciencia ficción se acordará de Ariana Richards.

Con apenas 13 años, la actriz infantil capturó la atención de la industria hollywoodense por su interpretación de Lex Murphy, la pequeña entusiasta de las computadoras y nieta del creador del famoso parque.

Al igual que muchos de los personajes en la tira original, el trabajo de Richards ayudó a dar vida al parque y su performance fue reconocida a través de múltiples galardones, pero luego de su éxito en Parque Jurásico rara vez se la vio en la pantalla grande.

¿Quién es Ariana Richards?

Richards nació en el estado de California, en 1979, y comenzó una carrera en pantalla desde una temprana edad. Su debut televisivo llegó a los 7 años, cuando participó de un comercial de peluqería como bailarina. Poco después, sus primeros roles en películas comenzaron a llegar, y su talento no pasó desapercibido.

La niña se llevó a casa el premio a Mejor Actor Joven de forma consecutiva en 1991 y 1992 por dos películas hechas para televisión. A lo largo de finales de los 80 y los 90, Richards actuó en una larga lista de programas de televisión y películas. Sin embargo, su papel más memorable hasta el día de hoy es el de Lex Murphy, en Jurassic Park.

La actriz fue disparada al estrellato a sus 13 años por su rol en la famosa cinta de ciencia ficción.

Richards ganó otro premio a Mejor Artista Joven por su papel en el exitoso blockbuster, así como varios otros reconocimientos alrededor del mundo, incluido un premio Bambi. Parecía que Richards tenía un futuro brillante en la actuación, sin embargo, hace décadas que no aparece en los cines.

Dentro del arte, una nueva pasión

Aún en el ocupado set de Jurassic Park, Richards hizo tiempo para su segunda pasión: la pintura. Con su fiel set de acuarelas, la pequeña completó pinturas tan impresionantes que el mismo Spielberg quedó cautivado con su trabajo, y hasta el día de hoy tiene una de sus obras colgada en las paredes de su casa.

La habilidad de Richards corre por sus venas: uno de sus antepasados fue Carlo Crivelli, quien pintó en la italia renascentista. La abuela de Richards también comparte su pasión, y según contó la actriz al portal Amblin, fue su abuela quien se convirtió en su primera mentora seria, enseñándole la teoría del color a los 10 años.

Con semejante herencia, no fue difícil para Richards ascender en la pintura. Luego de la secundaria, asistió a Skidmore College donde obtuvo su licenciatura en arte dramático y artístico. Después de graduarse de la universidad, Richards continuó sus estudios en el Art Center College of Design en Pasadena. Su trabajo está fuertemente influenciado por los viejos maestros e impresionistas como Monet y Degas. Otras influencias más femeninas como Mary Cassatt son visibles en su trabajo.

El presente de Ariana Richards

La actriz y pintora goza de una reconocida carrera en pintura, y comparte su vida con su esposo e hija. (Twitter: @GalleryAriana)

Hoy en día, Richards es una reconocida artista plástica en la escena estadounidense. Tiene su propia galería de arte en Portland, Oregon, además de otros tres estudios repartidos por el mundo (uno está en Estados Unidos, los otros dos están en América del Sur y Europa). La artista plástica pasa su tiempo dividida entre estos lugares con su esposo e hija, Isabelle.

A pesar de su separación de los cines, Richards no dejó desatendida su pasión por la actuación. En una entrevista con Ambling, Richards dijo: “Aunque me he centrado en el arte durante mucho tiempo, desde que estaba en la universidad, y lo hice como un enfoque y una prioridad, adoro la actuación. Si llegara el papel correcto, la oportunidad correcta, aprovecharía la oportunidad". Cuando se le preguntó qué tipos de roles le interesaban, Richards dijo que se trataba de encontrar un papel que se ajustara a la perfección, ya sea actuación o incluso trabajo de voz en off.