Pescadores encuentran un cachalote muerto y le abren la panza: lo que había dentro los volvió millonarios
Era un dia cualquiera en el mar hasta que encontraron un enorme cetáceo muerto. Lo cortaron en pedazos, y descubrieron que adentro había un pez más gordo.
Era un día como cualquier otro donde un grupo de 35 pescadores salía en su barco a buscar el pan del día en un país en guerra (sur del Yemen), hasta que uno se percató de algo extraño en el mar: el cadáver de un cetáceo gris. A los pocos minutos lo arrastraron a la orilla y lo cortaron en lonchas, sin imaginar que el premio más grande estaba adentro.
En su interior encontraron un "oro flotante", o ámbar gris, una sustancia rara formada en el sistema digestivo de la ballena que es muy utilizado en la confección de perfumes. La pieza pesaba 127 kilos y fue vendida a un empresario de Emiratos Árabes por más de 1,5 millones de dólares, una suma nunca antes vista para la mayoría de los habitantes de Yemen, de los países con mayor índice de pobreza según la ONU. "Salgo al mar cada día a conseguir mi pesca y uno de estos días encuentro una ballena muerta. Y resulta que estaba llena de ámbar gris", dijo el pescador yemení Fares Abdulhakeem.
Si bien los pescadores usaron parte del dinero para ayudar a los habitantes de la Nación, el resto fue repartido entre sus integrantes y bastó para que se volvieran millonarios. "Algunos compraron barcos, otros construyeron o arreglaron sus casas. Yo he construido mi casa, he construido mi futuro (...) Las circunstancias aquí son difíciles", aseguró el pescador
Millones de personas en Yemen se vieron arrastradas a la hambruna tras años de guerra civil, estallada en 2014 entre el gobierno apoyado por una coalición liderada por Arabia Saudí y los rebeldes hutíes respaldados por Irán. Al grupo de los pescadores les cambió la vida de un día para otro y jamás se vio semejante golpe de suerte en la República de Yemén.
El conflicto ha dejado decenas de miles de muertos, millones de desplazados y dos tercios de sus 30 millones de habitantes dependientes de algún tipo de ayuda. Salim Sharf, otro de los pescadores, también dio testimonio a la AFP: "Somos gente humilde, pescadores que buscan su captura cada día. Si haces la pesca del día, das gracias a Dios. Pero de repente, el Más Misericordioso nos ha dado esto".