Un devastador caso salió a la luz en los últimos días en Inglaterra. Un hombre de 56 años falleció de cáncer de intestino e hígado, en etapa 4, a sólo dos meses de que los médicos le diagnosticaran que su dolencia estomacal era una indigestión. La familia asegura que lo doctores no pudieron hacer nada al respecto dado que la enfermedad estaba en un avanzado estado.

El protagonista de este suceso es Stuart Simpson. Este hombre tenía una vida tranquila hasta que hace algunos meses comenzó a sentir un repentino dolor estomacal. Es por eso que el sujeto no dudó en acudir al médico para saber a qué esa dolencia.

El primer médico que atendió a Stuart le dijo que ese intenso dolor en la zona estomacal era una simple indigestión. Luego de ese diagnóstico, el profesional de la salud lo envió a tomar algo para calmar el dolor que sentía.

Sin embargo, la dolencia no desaparació y poco tiempo después el sujeto se encontraba nuevamente haciendo una nueva consulta médica. En este caso, los doctores le informaron que debía ser internado de urgencia porque los resultados arrojaron que tenía varios tumores en sus pulmones e intestinos, según reveló el medio local Metro.

Lamentablemente, el cáncer estaba en etapa cuatro, por lo que médicos le inidicaron que ya era muy tarde para poder tratarlo y que las posibiliadaes de sobrevivir eran mínimas a esa altura. Finalmente Stuart murió a tan sólo dos meses de su primera consulta al médico.

Tras conocerse su historia, Joane Nunns, ex pareja de Stuart, reveló que este hombre era una gran persona. De aquellas que"Siempre estaba cerca de su seres queridos para poder ayudarlos con lo que necesitara. “Nuestro amor se rompió, pero nuestra amistad se mantuvo muy fuerte", destacó Nunns, quien tuvo un hijo Simpson.

Y agregó: "Stuart se convirtió en un hermano para mí después de eso. No solo era padre, hermano, tío, hijo y mejor amigo. Él era mucho más. Stuart era amable y cariñoso. Su compasión hacia su familia, amigos, compañeros de trabajo y animales fue sincera y la extrañaremos con tristeza". 

Por último, Joanne remarcó que su expareja habría seguido con la quimioterapia si se la hubieran recomendado llevar a cabo. Desafortunadamente para la familia su estado eran tan debilitado a causa de la enfermedad que no pudieron hacer nada: “Ni siquiera tuvimos tiempo para eso”, sentenció.