El hecho insólito sucedió en Massachusetts, en los Estados Unidos, cuando una mujer, de nombre Rorie S. Woods, recurrió a un inusual método de "defensa" para evitar un desalojo arrojándole un enjambre de abejas a los efectivos policiales, siendo que tres de ellos resultaron ser alérgicos las picaduras de los insectos.

El particular suceso quedó expuesto en las redes sociales por la reacción de la mujer de 55 años, quien negó recibir una orden de desalojo por parte de los agentes, quienes tenían la orden concreta de advertirle sobre lo que sucedería con el comunicado.

Longmeadow es la localidad protagonista del caso. Resulta que en ese lugar habría una orden de desocupar una vivienda, por lo que los agentes del condado Hampden se dirigieron a la casa en cuestión a resolver los asuntos judiciales.

La mujer en cuestión es residente de Hadley, por lo que llegó directamente al lugar a bordo de su camioneta, con el traje puesto de apicultor especial para cubrirse de las reacciones de los pequeños insectos.

En ese momento, tomó una caja en el que contenía los insectos en su interior y comenzó a sacudirlo, para descontrolar el ánimo de unas abejas alteradas, y arrojarlas directamente al rostro de los agentes policiales, quienes atinaban a protegerse de las picaduras.

Según medios locales, tres de los policías presentes sufrieron reacciones alérgicas de los cientos de antófilos se dirigieran directamente a atacarlos. Tal suceso provocó que autoridades del condado emitieran un comunicado a partir de lo sucedido, advirtiendo que de haber pasado a mayores la situación con policías heridos de gravedad, la mujer podría haber enfrentado cargos más severos.

Lo cierto es que Rorie S. Woods fue liberada por el Tribunal de Distrito de Springfield luego de haber sido detenida inmediatamente después de ocasionar la insólita agresión de la mañana del 12 de octubre, según los reportes judiciales.