Nipah: el otro virus asiático que alerta a la comunidad científica
Se trata de uno de los diez patógenos provenientes de animales muertos, más peligrosos según la OMS. Entre sus síntomas se encuentran la fiebre alta, dolor de cabeza y la alteración del comportamiento.
La pandemia del coronavirus no da tregua y como si fuera poco, en las últimas horas un posible virus, conocido como Nipah, encendió las alarmas dentro de la comunidad científica en todo el mundo.
La Organización Mundial de la Salud ( OMS), afirmó que es uno de las de los diez patógenos más peligrosos en términos de potencial epidémico. El Centro de Ciencias de la Salud y Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Cruz Roja Tailandesa advirtió sobre el desarrollo del virus en Asia y su posible propagación.
“Supone una gran preocupación porque no hay tratamiento y este virus tiene una alta tasa de mortalidad”, manifestó Supaporn Wacharapluesadee, directora de la organización en declaraciones a la BBC.
La científica formó parte durante los últimos 10 años de Predict, un proyecto mundial para detectar y detener enfermedades que pueden pasar de animales a humanos.
¿Qué se sabe del Nipah?
El Nipah está relacionado con el virus Hendra y es una zoonosis descubierta en Malasia en 1998, cuyo principal vector de transmisión son los murciélagos que comen fruta. En Asia ya se experimentaron varios brotes de esta enfermedad.
Entre sus síntomas se encuentra la fiebre alta, dolor de cabeza y la alteración del comportamiento, mientras que, en un estado más avanzado, puede provocar encefalitis.
Se transmite a través de los fluidos como la saliva y la sangre y no existe vacuna preventiva, por lo que los médicos solo pueden ocuparse del tratamiento sintomático. La tasa de mortalidad es superior al 70%.
Una de las características más peligrosas del virus Nipah es que el período de incubación es de 45 días, lo que implica que aquel que lo contrae, puede contagiar a muchos otros sin saberlo.
“Durante el primer brote reconocido en Malasia, que también afectó a Singapur, la mayoría de las infecciones humanas se debieron al contacto directo con cerdos enfermos o sus tejidos contaminados. Se cree que la transmisión se produjo a través de la exposición sin protección a las secreciones de los cerdos o del contacto sin protección con el tejido de un animal enfermo”, señalaron desde el sitio oficial de la OMS.
“En brotes posteriores en Bangladesh y la India, el consumo de frutas o algunos productos (como jugo crudo de palmera datilera) contaminados con orina o saliva de murciélagos frugívoros infectados fue la fuente más probable de infección”, agregaron.