Jamie Heavens —de Bournemouth, Reino Unido— jamás olvidará aquella mañana que fue a cargar nafta a una estación de servicio, pero en el medio, decidió pasar por el quiosco. El trabajador de la construcción, un hombre de clase baja, se convirtió en millonario.

A cinco años de aquel día en que todo cambió, recordó como se sintió pasar de ser una persona con necesidades a transformarse en una persona con las necesidades básicas cubiertas. Con apenas unos 20 años, venció esos estímulos que lo impulsaban a quemar el premio en cuestión de meses.

¿Cómo fue el día en que todo cambió para Jamie?

Arriba de una camioneta, junto a su tío, Jamie se dirigía hacia su trabajo. De pronto la aguja del tablero les marcó que quedaba poco combustible. Allí, decidieron encarar para una estación de servicio. Primero se dirigieron a un lugar del que partieron rápidamente. ¿El motivo? No aceptaban tarjeta de débito.

Por esto, volvieron al camino. En la segunda parada, el pibe de 22 años decidió pasar por el quiosco para comprar una gaseosa. "Me puse en la fila para pagar", le relató a la BBC.

Jamie Heavens
Jamie Heavens junto a su esposa.

"Pero me di cuenta de que había tomado el sabor incorrecto de la bebida, así que regresé y elegí una diferente". Perdió el sitio de su fila, un dato clave que cambiaría su vida para siempre. Es que la persona que ahora estaba delante de él en la hilera para pagar "compró la misma tarjeta de lotería que yo quería".

Minutos más tarde, Heavens tuvo que agradecerle a ese hombre que lo obligó a agarrar otro billete de lotería, el ganador. "No lo creí al principio. Rasgué los números y decía que había ganado un millón de libras (casi 1.300.000 dólares). Pienso que la única otra vez que me sentí tan asombrado fue cuando nació mi hijo", expresó el chico al popular medio británico.

Jamie Heavens
Jamie Heavens viajó a Disney tras ganar su premio.

El siguiente paso era comunicarse con la Lotería para informar que era el ganador, pero esa tarea no fue nada sencilla. "No podía llamar porque las líneas telefónicas no se abren hasta las nueve (de la mañana), así que me fui a trabajar", señaló.

La vida de Jamie tras ganar el premio

Una vez ahí probó nuevamente, pero se encontró con un problema peor: "Llego al trabajo y no hay señal". Luego, sus compañeros no podían creer lo que veían: Heavens se había trepado a un techo donde logró tener cobertura y desde ahí llamó para recibir el soñado mensaje: "Sos el ganador, sos millonario"

Sin embargo, ganar la lotería no siempre resulta en un cambio positivo en la vida de las personas. Según informó BBC, hay análisis específicos de economistas que estudiaron los casos de personas que, 10 años después de llevarse millonarias cifras en la lotería o con una herencia, terminaron perdiendo todo.

Jamie Heavens
Heavens se casó tras ganar el gran premio.

"La gente piensa que soy acaudalado, que estoy cubierto de efectivo y puedo ir a comprar lo que quiero todos los días. Pero no es así".

A pura austeridad, gastó plata en un auto y su casamiento. Y no mucho más. "Estoy viviendo una vida cómoda ahora. Dirijo mi propio negocio, tengo mi propia familia, pero no se trata de que si quiero tal auto de 90 mil dólares, voy a ir y gastar eso", sostuvo Jamie Heavens, que tiene los pies bien plantados sobre la tierra.