Una mujer llevó a su hermana menor al médico para tratar una inusual enfermedad que padece y, luego de que la atendieran, notó que en el ticket por los servicios que recibió le habían cobrado un ítem, básicamente por haber llorado durante la consulta

La queja fue realizada por una usuaria estadounidense mediante la red social Twitter y se hizo viral. Allí, compartió la insólita experiencia que tuvo al llevar a su hermana menor al médico para que le revisen "una enfermedad rara" que tiene. Según explicó, la chiquita "se emocionó porque se siente frustrada e indefensa" y lloró frente al doctor que la atendió.

"Se le cayó una lágrima y le cobraron 40 dólares, sin que le preguntaran por qué estaba llorando. Tampoco trataron de ayudar, haciendo cualquier evaluación, cualquier receta, nada", escribió, visiblemente enojada, la hermana mayor en su cuenta de Twitter.

El insólito ítem que le cobraron

La joven, que es una conocida influencer y youtuber estadounidense, especificó que en la factura médica le habían cobrado un ítem que decía: "Breve asistencia emocional y de comportamiento". Este estudio médico consta de una breve evaluación de salud mental que busca signos de trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH), así como depresión, ansiedad, riesgo de suicidio o consumo de drogas. Según especificaron desde el medio New York Post, el análisis se emite como un cuestionario que a menudo se entrega y completa antes de ver al médico.

La queja de la hermana

En diálogo con el medio The Independent, la chica, llamada Camille Johnson, negó que a su hermana la hayan evaluado de manera correcta e indicó que el médico del hospital notó las lágrimas de su hermana, pero no dijo nada. "No la evaluaron por depresión u otras enfermedades mentales, ni hablaron sobre su salud mental con ella", dijo Johnson, quien insistió: "Ella nunca habló con un especialista, no fue derivada a nadie, no le recetaron nada y no hicieron nada para ayudarla con su salud mental".

En ese sentido, Johnson dio a entender de que a su hermana le cobraron por un estudio médico que no le hicieron realmente, sino que el doctor sólo supuso que podría tener un trastorno de comportamiento y emocional y, sin hacerle la revisión pertinente, decidió cobrarle el examen como si lo hubiera hecho. 

A modo de reflexión, la usuaria escribió una dura crítica al sistema de salud de Estados Unidos: "Necesitamos un cambio drástico en la industria de la salud, y pensé que compartir una historia de la vida real en línea sería una buena manera de abrir la conversación y ayudar a abogar por el cambio". "Realmente espero que este tuit pueda incitar a mejorar nuestro sistema de atención médica y ser una advertencia para el futuro", concluyó.